A principios de septiembre, cuando Tamara Falcó se convirtió en trending topic al confirmarse su asistencia a un congreso ultracatólico junto a HazteOir, nadie imaginó lo que estaba por venir. El anuncio de su compromiso, la filtración de un vídeo de su prometido besando a otra mujer, el fallido intento de él de hacernos creer que era un bulo, la confirmación de que la infidelidad era real, la consiguiente cancelación de la boda y el ascenso de la ya no novia como ídolo nacional eclipsaron su presencia en este acto que reivindica la familia tradicional.
Pero el día ha llegado. La marquesa de Griñón ya se encuentra en México, donde ha ejercido de ponente en este encuentro en el que coincide con el líder de la asociación que tanto ha luchado en contra del aborto o de los derechos del colectivo LGTBIQ+, a los que rechaza frontalmente. Y allí, además de promulgar sus ideales conservadores, se ha explayado (aún más) sobre su abrupto final con Íñigo Onieva.
En su esperada ponencia en la XIV edición del Congreso Mundial de las Familias, Tamara se ha sincerado sobre el “despertar espantoso” que ha supuesto conocer cómo era realmente el hombre con el que pretendía formar una familia hace apenas unas semanas. “No lo entiendo, no me cabe por la cabeza lo que ha sucedido, pero creo que también él y todos los que están perdidos en las sombras merecen conocer la verdad y el amor de Dios”, ha planteado.
Después de manifestarnos su negativa radical a darle una segunda oportunidad a su ya exnovio (“para los cuernos soy muy cuadriculada”, defendió en la que fue su reaparición pública), Falcó ha confesado los sentimientos que le produce pensar ahora en Onieva: “No siento odio hacia él ni aberración, me da pena”.
En la “mezcla de sensaciones” apenas una semana después de anular su boda, la hija de Isabel Preysler ha planteado que, “con todas las cosas maravillosas que hay en la vida”, no entiende que Íñigo “considere que esas son las cosas por las que vive”.
Además, siguiendo la línea católica en la que se enmarca esta cumbre que se está celebrando a kilómetros de España, Tamara Falcó ha desvelado que, antes de comprometerse con él, rogó “muy fuerte que, si mi novio de aquel entonces era para mí, que se realizara, que llegáramos al matrimonio y que, si no, que por favor lo apartara”.
“Cuando empecé a mirar hacia atrás, había muchas llamadas de atención que iban más allá de la infidelidad. Estaba muy ilusionada con que, aunque no fuera evidente, el proyecto de Dios estaba ahí. Claro, todo eso cambió radicalmente, ya no cuando salen las imágenes de mi novio en aquel entonces siendo infiel, no solamente eso, se cayeron muchas más cosas, fue un dominó”, ha verbalizado ante los centenares de asistentes a su esperadísima charla en el país azteca.