Poco después de poner fin a su relación con Luis Gasset, Ágatha Ruiz de la Prada se sentaba el pasado sábado en ‘Sálvame Deluxe’ para contar públicamente los motivos que les habían llevado a tomar esta decisión. La diseñadora explicaba entonces que, tras un año juntos, son “cosas que pasas” y que “técnicamente” ha sido ella la que ha decidido romper. “Él no estaba todo lo enamorado que a mí me hubiese gustado”, confesaba entonces.
La exmujer de Pedro J.Ramírez solo tuvo buenas palabras para Luis Gasset, al que calificó de “buenazo, guapo, simpático, educado y joven”, una última cualidad que habría afectado de forma directa a la relación. “Me llevo siete años con él y su manera de actuar no tiene nada que ver con los de nuestra generación”, explicaba.
A raíz de estas palabras, el empresario ha concedido unas declaraciones a la revista ¡Hola! en las que asegura que no vio la entrevista de su ex porque se encontraba fuera de Madrid. Pero no ha tenido problema en solventar dudas y, tras la confesión de la diseñadora, asegurar que él “habría vivido 150 años” más junto a Ágatha Ruiz de la Prada. Aún así, Luis considera que “segundas partes nunca fueron buenas” y niega así cualquier posible reconciliación.
“Ágatha es lo mejor del mundo. Estar en el desierto con ella es como estar en el mar, en la ópera o en el concierto de Woodstock. Es estupenda”, confirmaba. Ambos han evidenciado en los últimos días que, a pesar de su ruptura, mantienen palabras bonitas entre ellos y seguirán manteniendo una amistad.
Fue en junio de 2020, poco después de que se pusiera fin al confinamiento en España, la diseñadora reaparecía por las calles de Madrid junto al que poco después confirmaría ser su nuevo novio. En aquel momento, el romance fue catalogado como “la pareja sorpresa de la primavera” y las primeras imágenes de ellos fue, con mascarilla, pillados juntos en el centro y muy sonrientes.
Y poco tardamos en descubrir quién era realmente el hombre que acompañaba a Ágatha. Luis es viudo y tiene dos hijas mayores. A sus 54 años ocupa uno de los cargos de director general de Ansorena, una de las casas de subastas de arte y joyería más antigua de la capital. Él mismo se considera un hombre “clásico”, adicto a la música de Rebecca Ferguson, Macy Gray o Corinne Bay Rae y fanático de los coches, los relojes y la alta cocina.