Han pasado tres meses desde que Mayte García y Santiago Cañizares anunciaron públicamente su separación. Tras trece años de matrimonio y cuatro hijos en común, ambos publicaban en redes sociales un comunicado en el que explicaban que estaban pasando por un proceso de separación y que pronto tomarían "caminos separados". Ahora, ya ratificado el divorcio, Mayte ha concedido una entrevista a la revista ¡Hola! en la que desvela los motivos que les llevaron a tomar esa decisión.
A pesar de que su relación de pareja haya llegado a su fin, ambos siguen "muy unidos" por la familia que han creado juntos. "Creo que ningún divorcio es fácil y menos después de haber compartido tantos años y tantas vivencias", ha admitido ella al medio citado anteriormente. Mayte, que considera que cada separación "es diferente, reconoce que ellos han sido "muy humildes" y han intentado cuidar la parte emocional y no hacerse daño mutuamente.
"No hay un único culpable", eso es algo que el matrimonio ha tenido presente a lo largo de estos meses que ha durado el proceso de divorcio. La exmujer del futbolista ha confesado que en su caso siempre ha habido "mucha comunicación y respeto". "Pero cuando te pasan cosas irreparables, como la pérdida de un hijo, evolucionas a pasos agigantados y priorizas cosas a las que antes no le dabas importancia", explica. Mayte García ha contado que cada uno estaba tomando "caminos diferentes" que les hacían ser más felices, pero como matrimonio estaban "cada vez más alejados".
"Ya hemos perdido mucho y hay que ser humildes y aceptar que, si ya no éramos el matrimonio idílico que habíamos conseguido ser, podríamos seguir siendo unos padres maravillosos para nuestras hijas y apoyarnos el uno en el otro, como siempre hemos hecho", cuenta al medio citado anteriormente. A pesar de que hayan llegado a un acuerdo mutuo y entre ellos exista una estupenda relación, Mayte García reconoce que no ha sido "fácil" y que fueron meses de "charlas interminables y necesarias" hasta tomar una decisión.
Si algo han tenido claro en todo este duro proceso es que quieren seguir siendo unos padres dedicados a sus hijas. Ellas han sido protagonistas durante la separación y les hicieron una clara petición: "Mis hijas están en otro nivel, son auténticas luchadoras. Se lo han tomado bien. Ellas han vivido separaciones traumáticas cercanas a la familia y lo único que pidieron es que siguiéramos llevándonos igual de bien que hasta ahora y pudieran sentir que tenían una familia unida".
Actualmente, tras firmar hace unas semanas el divorcio de manera oficial, siguen hablando "todas las veces" que lo necesitan. "Vivimos cerca y nos vemos muy a menudos. Es una relación sana", ha confesado Mayte.