Ezequiel Garay comunicaba el pasado viernes su retirada como jugador de fútbol profesional. El marido de Tamara Gorro, que estaba “convencido” que este adiós llegaría mucho más tarde, se ha visto obligado a tomar esta difícil decisión debido a un contratiempo que lleva intentando paliar tres años: un cuadro clínico de coxartrosis izquierda. En palabras del propio deportista, se trata de una alteración del cartílago de la cadera por constitución desde nacimiento, que se ha ido sobrecargando y le ha generado “dolores fortísimos”. El defensa, además, sumaba “otra grave lesión” de la que se ha ido recuperando hasta el punto de negociar su vuelta con varios clubs, pero finalmente no está dispuesto a comprometerse porque es consciente de que sus dolencias no le permitirían jugar “dos de cada tres partidos”.
El futbolista no quiso concluir este comunicado sin hacer una mención especial a su familia, su mujer y sus dos hijos, que han sido “vitaminas imprescindibles” a lo largo de su extensa trayectoria. Pese a recibir este simbólico guiño, Tamara, por su parte, optó por mantenerse en silencio durante este complicado día al considerar que era única y exclusivamente el momento de su marido. “Aquí hay un protagonista, que es Ezequiel, y él tenía que gozar, al menos así lo consideraba yo, de ese momento que iba a pasar, que es recibir el cariño de millones de personas, compañeros y clubes”, justificaba su ausencia y agradecía los miles de mensajes de apoyo recibidos.
“Es difícil resumir tantos años de carrera en una sola palabra, pero en tu caso es fácil: ADMIRABLE. Una infancia extremadamente complicada, sin una cama para dormir, ni baño para ducharse, pero tan solo con un balón ya eras feliz”, ensalzaba sus logros adjuntando un vídeo en el que recogía algunos de sus hitos como jugador de fútbol. “Agradecido, luchador, implicado, humilde y buena persona, eso provocó que llegaras alto”, afirmaba antes de repasar su palmarés. “Y todo esto sin imaginarlo, solo soñando… porque hasta ayer seguías en ese sueño y sé que no te hubiese gustado despertar”, lamentaba su despedida como “fan número uno”.
Gorro, a sabiendas de que colgar las botas en este momento era “injusto y doloroso”, aseguraba a su chico que su carrera ha sido impecable y que “ha dado ejemplo de deportividad". “La vida son etapas como él ha dicho, comienza una nueva vida y os aseguro que no se va a aburrir, porque tiene a la Gorro y es muy intensa. Me voy a encargar yo personalmente de que sonría, que es lo mejor que Ezequiel sabe hacer, sonreír y hacer felices a los demás”, garantizaba a su ‘familia virtual’ en una serie de stories.