Fueron miles los titulares que generó el hecho de que Will Smith y su mujer, la también actriz Jada Pinkett, verbalizasen que mantienen una relación abierta. Hablaron de un matrimonio "sin etiquetas" y lo desmitificaron al hablar de que "no siempre fueron idílicos" los 23 años que llevan casados. Ahora, con motivo de la publicación de sus memorias, el que fue 'El príncipe de Bel-Air' en los noventa ha insistido sobre esta faceta de su vida personal al explayarse sobre este modo de vida no monógamo.
Red Table Talk, un programa apadrinado por Facebook del que Jada sigue siendo rostro asiduo, fue el entorno en el que se abrió el debate. En él, en un acto de honestidad, la madre de los también archifamosos Jaden y Willow Smith admitió públicamente que le había sido infiel a su marido con el cantante August Alsina durante un periodo de crisis en el que estuvieron a punto de romper. Pero no fue así, descubrieron que las relaciones "evolucionan", y este cambio (para muchos abismal) ha hecho que la suya gane en estabilidad.
Así lo ha dejado claro Will Smith en una entrevista para GQ, la primera en la que habla largo y tendido sobre esta cuestión. En ella, después de un tiempo en silencio por las muchas críticas que provocó estas declaraciones de la que sigue siendo su esposa, el intérprete ha matizado que "los espectadores creyeron erróneamente que Jada era la única que tenía otras relaciones sexuales".
Una leyenda urbana que demuestra que, "una vez que el público decide algo, es prácticamente imposible deshacerse de esa imagen, de las ideas y las percepciones que tienen de ti". Ahora, a través de esa autobiografía que lleva su nombre, Will ha dado un paso más en esta declaración de sinceridad al narrar una fuerte discusión que tuvieron cuando Pinkett celebró sus cuarenta años. Allí, en ese contexto, debatieron sobre el concepto que cada uno tenía sobre su matrimonio, que por entonces no estaba "funcionando".
"Ya no podíamos fingir. Ambos nos sentíamos miserables y, claramente, algo tenía que cambiar". Y así fue. Jada le descubrió un nuevo universo de "relaciones poco convencionales", algo que no era ajeno para ella, que jamás creyó en el "matrimonio convencional" tal y como lo conocemos. La solución fue, básicamente, hablar y escucharse el uno al otro: "Hemos tenido discusiones interminables sobre dónde está la perfección en una relación. ¿Cómo deben actuar las parejas? Y durante gran parte de nuestra relación, la monogamia fue lo que elegimos, sin pensar en ello como la única forma de perfección en cuanto a relaciones".
Ver su relación como algo más que eso, como una familia, les hizo dejar de verla como una "prisión". Pero esto no implica, en palabras de Will Smith, que sea la opción acertada para todas las parejas. "No recomiendo este camino a nadie. Pero vivir esta libertad que hemos pactado y el apoyo incondicional que nos damos el uno al otro es, para mí, la definición más alta del amor", ha manifestado.