La familia virtual de Tamara Gorro es consciente de que están siendo días complicados para la influencer. Después de la felicidad que supuso para ella anunciar su reconciliación con Ezequiel Garay, cuando estaban a punto de bifurcar sus caminos, alguien que al parecer forma parte de su entorno ponía en entredicho en ‘Sálvame’ su separación, acusándoles de ser unos farsantes y de haber montado este “teatro” única y exclusivamente por captar “atención”.
El primero en romper su silencio fue el exfutbolista. El argentino emitía un rotundo comunicado en el que zanjaba punto por punto las acusaciones que se han vertido en este tiempo sobre él y su mujer, a la que han llegado a acusar de monetizar los problemas de salud mental que padece. “Nunca he hecho ninguna declaración sobre lo que lleva sucediendo estos meses. Pero es el momento de hacerlo porque creo que todo tiene un límite y se está sobrepasando”, salía en defensa de la madre de sus dos hijos.
Tamara, por su parte, pese a que no ha querido ahondar en las difamaciones de las que ha sido víctima, lanzaba un importante mensaje a esa comunidad de más de dos millones de seguidores que tanto le está arropando en esta etapa personal tan complicada. Tal y como puedes ver en el siguiente vídeo, es evidente que la madre de Shaila y Antonio, que se encuentra en plena promoción de su libro autobiográfico ‘Cuando el corazón llora’, está muy afectada por las graves insinuaciones que se han hecho sobre su intimidad.
Unas acusaciones que han llevado a Tamara Gorro a tomar una decisión: no responder a las preguntas de los reporteros, a quienes atiende siempre con amabilidad: “Sabéis que conocemos mucho a todos los compis de calle, jamás os haría el feo de irme porque no soy nadie para hacerlo, pero no voy a decir nada. Es la primera vez que no voy a decir nada. Nada”, es evidente que está bastante dolida con todo lo que se ha dejado caer sobre ella en las últimas semanas.
“Incluso hasta Ezequiel ha tenido que dar un golpe en la mesa, ¿verdad? ¿Estáis cansados?”, continuaba preguntando nuestra compañera de ‘Europa Press’, que no lograba que Gorro entrara al juego. “No voy a decir nada. Lo siento porque sé que es tu trabajo mi vida y lo siento […] Vosotros estáis haciendo vuestro trabajo por eso me parece feo irme y… No, no, lo haré siempre y siempre os atenderé, pero no voy a decir nada. Ha llegado un punto en el que ya no voy a decir nada”, ha sorprendido a la prensa con esta insólita postura.