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Si solo pensabas en ellas como juguete sexual, es hora de que descubras cómo puedes usar las bolas chinas para fortalecer el suelo pélvico. De hecho, si buscas conseguir un placer sexual directo, estas famosas bolas no son lo más indicado para conseguirlo. En cambio, sí pueden hacer mucho por ti a la hora de prevenir las pérdidas de orina, favorecer el parto, evitar el vaginismo o mejorar tus relaciones sexuales.
Hay diferentes modelos que puedes encontrar en el mercado, y entre uno y otro no va a haber grandes variaciones en el diseño. También conocidas como “bolas de geisha” o “ben wa”, tienen su origen en Japón, presuntamente. Se trata de un mecanismo formado por una o dos bolas normalmente, que a su vez contienen en su interior una bola más pequeña, y que al introducirlas en la vagina estimulan la musculatura del suelo pélvico.
Las bolas chinas se introducen en la vagina y quedan a la altura que normalmente estaría un tampón. Si te colocas de pie, para evitar que las bolas caigan, se activa la musculatura de la zona y el periné se contrae. Solo con esta acción ya se está fortaleciendo el suelo pélvico. Si, además, inicias algún movimiento, como caminar, las bolas del interior inician una vibración que golpea los músculos del interior de la vagina. Y estos, a su vez, reaccionan estimulando y mejorando la circulación sanguínea de la zona.
Aunque tú no lo notes, posiblemente tu musculatura pélvica esté menos firme de lo que imaginas. Así que si vas a iniciarte en el uso de las bolas chinas, lo ideal es que empieces por una única bola o por dos que sean pequeñas, para que no pesen mucho. Lo bueno es que el suelo pélvico responde con rapidez al estímulo y podrás cambiar el tamaño en poco tiempo.
Para utilizarlas solo tienes que introducirlas en la vagina, si quieres estando tumbada, como si se tratara de un tampón. Después ya puedes ponerte de pie y hacer algún movimiento suave, como caminar por la casa. A medida que la musculatura del suelo pélvico se fortalezca puedes subir la intensidad de la actividad y salir a la calles, pasear e, incluso, correr.
También puedes trabajar tu musculatura interna si te quedas tumbada, pero en ese caso debes tirar con la mano del cordel de extracción, al mismo tiempo que activas el suelo pélvico para evitar que las bolas salgan de la vagina.
Ir al gimnasio a levantar pesas una vez al mes no tiene mucho sentido, como tampoco lo tiene que uses las bolas chinas solo de vez en cuando, si es que te acuerdas de que las tienes. La constancia es la clave para obtener resultados, y en el caso de las bolas chinas ni siquiera te llevará mucho tiempo.
Lo ideal es que las utilices a diario, entre 15 y 30 minutos (nunca más), durante 4 meses. Y si notas agujetas, puedes descansar de ellas durante un par de días. En ese tiempo tu suelo pélvico se habrá fortalecido lo suficiente como para que no tengas que usarlas por un largo periodo de tiempo. Con todo, puedes usarlas una semana al mes para que la musculatura no pierda el tono conseguido.