Elena Tablada y Javier Ungría iban a verse las caras en los juzgados este mismo miércoles. No obstante, esta cita ha sufrido un importante cambio de última hora. Según ha podido saber la revista Semana en exclusiva, el juicio del exmatrimonio por la “guarda y custodia de su única hija en común” se ha tenido que suspender porque “no hay juez”. Un inesperado giro de los acontecimientos que ha pillado por sorpresa a los implicados, que desean que haya una nueva fecha pronto para pasar página cuanto antes.
“Esto es un golpe para Elena ya que lo único que quiere es cerrar este capítulo”, explicaban a la citada publicación fuentes del entorno de la expareja, que reconocen que “la tensión” en las conversaciones de Tablada y Ungría “es más que palpable y que no queda nada de la cordialidad que existía en su momento”. Una “guerra sin cuartel” que se resolverá próximamente en los tribunales y que supondrá el final de una relación que habría estado marcada por una “difícil convivencia” y una supuesta “doble vida” de Javier.
Javier Ungría reclamaría una mensualidad de cerca de 500 euros a su exmujer y la custodia compartida de la menor. “Este señor ha vivido seis años gratis en la casa de David Bisbal. Antes Elena no tenía problemas económicos y este hombre ha trastocado su estabilidad para criar a sus hijas”, hacía saber alguien cercano a la expareja al mencionado medio. Unas peticiones que habría rechazado Elena, que solo desea que sus hijas se "críen con la misma calidad de vida que con la que se han criado hasta ahora".
Aunque en un principio parecía que lo suyo iba a ser una separación amistosa, con el paso del tiempo derivó en una guerra mediática, llena de reproches y acusaciones públicas contra el otro. Según ha ido narrando Tablada en sus intervenciones mediáticas, la empresaria se habría sentido traicionada por el hombre al que un día consideró el amor de su vida.
Él, por su parte, asegura que desconoce “a lo que se refiere” su ex cuando habla en público de “filtraciones” que le están llegando ahora de su matrimonio. Tampoco le da excesiva importancia, puesto que está convencido de que sus declaraciones es una "estrategia" de cara al juicio por la custodia de su hija. "Cada uno que pelee por lo suyo. Yo peleo por mi hija, nada más", dijo a los compañeros de ‘Europa Press’.