Abdalá y Rania de Jordania regresaban a nuestro país junto con su hijo más joven, el príncipe Hashem, ocho años después de su última visita oficial. El propósito principal de su viaje era participar en el Proceso de Áqaba, una iniciativa lanzada por el Rey de Jordania en 2015 con el objetivo de fortalecer la colaboración militar, la seguridad, la coordinación y el intercambio de conocimientos entre socios, tanto a nivel regional como internacional, con el fin de combatir el terrorismo.
El rey Felipe y la reina Letizia se encargaron de recibir a Abdalá y Rania de Jordania en esta fugaz visita, que estuvo repleta de compromisos y actividades. Su primera parada tuvo lugar en la capital, donde la reina Letizia y la reina Rania realizaron una visita a las Escuelas Taller y Talleres de Empleo de Patrimonio Nacional. Felipe VI y el rey Abdalá, por otro lado, tuvieron un encuentro mucho más sobrio en el Palacio Real de Madrid. Tras pasar varias horas juntas haciendo gala de su buena sintonía, las reinas se unieron a sus esposos para degustar de un almuerzo en honor a los monarcas hachemitas.
En este contexto, antes de viajar a Córdoba, Rania de Jordania compartía un mensaje de agradecimiento a nuestros monarcas. A través de su perfil de Instagram, donde acumula casi 10 millones de seguidores, agradecía a sus anfitriones el magnífico trato que han recibido. "Agradecidos de Sus Majestades el Rey Felipe VI y la Reina Letizia por su hospitalidad en el día de hoy. Siempre es maravilloso verlos a ambos, y un honor especial estar con ustedes en Madrid en el noveno aniversario de la ascensión al trono de Su Majestad", recordaba que este reencuentro coincide con el aniversario de la proclamación de Felipe VI.
La relación entre la Casa Real Española y la Casa Real Jordana es realmente excepcional. El pasado 1 de junio, de hecho, el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía asistieron a la boda del príncipe Hussein, el hijo mayor de Abdalá y Rania. El rey emérito mantuvo una estrecha amistad con su suegro, el difunto rey Hussein, y el afecto entre ambas familias se ha extendido a sus sucesores. Una "amistad" entre países a la que hizo referencia el rey Felipe en el discurso que pronunció en el citado almuerzo, señalando que está basada en "un entendimiento recíproco, profundo y sincero".