Días convulsos los que atraviesa la casa real británica. En apenas unas horas de diferencia hemos conocido los problemas de salud a los que se enfrentan dos de sus principales miembros. Esta misma mañana se difundía que Kate Middleton, princesa de Gales, ha tenido que ser operada debido a un problema abdominal y se encuentra ingresada actualmente. Y ahora hemos podido saber que el rey Carlos III de Inglaterra atraviesa un bache de salud: un comunicado ha informado de que tendrá que someterse a una intervención quirúrgica debido a la detección de un tumor benigno en su próstata.
Un comunicado emitido por Buckingham Palace informa de las novedades: "Al igual que miles de hombres cada año, el rey ha buscado tratamiento para el agrandamiento de la próstata", dice el texto. "La condición de Su Majestad es benigna y asistirá al hospital la próxima semana para un procedimiento correctivo", se informa en el comunicado, que asegura que "los compromisos públicos del monarca, de 75 años, se pospondrán durante un breve período de tiempo".
La Hiperplasia Benigna de Próstata es una patología muy común en los hombres que afecta a más del 80% de los varones mayores de 70 años como es el caso del rey Carlos III, que tiene 75.
Consiste en un agrandamiento prostático que provoca la obstrucción a la salida de la orina y que tiene consecuencias negativas en el aparato urinario y en la calidad de vida del paciente. Sin embargo, es la enfermedad más tratada por la especialidad de Urología.
La técnica para su tratamiento basada en la cirugía permite a los pacientes hacer vida normal al poco tiempo de ser operados por lo que, si todo sale según lo previsto y como reza el comunicado, Carlos III volvería a retomar su agenda días después de someterse a la intervención.
Hace tan solo unas horas que el Palacio de Kensington anunciaba por sorpresa que Kate Middleton se mantendría de baja en los próximos tres meses tras ingresar en las últimas horas en un hospital por "una cirugía abdominal planificada". Tal y como ha rezado el comunicado oficial, la mujer de Guillermo de Gales y futura reina de Inglaterra fue operada con "éxito". Sin embargo, tendrá que mantenerse hospitalizada entre diez y catorce días, "antes de regresar a casa para continuar con su recuperación".