Las casas reales parecen contar siempre con presupuestos infinitos que hacen que todo lo que rodea a sus miembros parezca sacado de un cuento de reyes y princesas. Es cierto que no hay escasez en sus arcas, pero a día de hoy deben dar cuenta de sus gastos y reducir todos aquellos que se consideran innecesarios. Ahora bien, esta idea de transparencia y mesura no es igual para todas las casas reales. Te contamos cuáles son los presupuestos de los reyes europeos, y quiénes son los que más gastan.
No hay una monarquía como la británica, es indiscutible. La dinastía Windsor es la más poderosa de Europa y cuenta con unos privilegios que no están al alcance del resto de casas reales. Y eso cuesta dinero público que en números aproximados puede llegar a suponer unos 250 millones de euros. Una parte proviene de las arcas públicas y otras, por ejemplo, de los beneficios de la explotación del condado de Lancaster.
Nuestra monarquía ocupa un papel muy relevante dentro de la realeza europea y lo consigue con el presupuesto royal más reducido. Tras la investigación fiscal al rey emérito, los actuales reyes han propuesto un ejercicio de transparencia que les aleja de los escándalos de su predecesor. A día de hoy, reciben de las arcas públicas un total de 8,5 millones de euros anuales.
Que se trate de un país pequeño no significa que el presupuesto asignado a la familia real también lo sea. El rey Guillermo Alejandro I y la reina consorte Máxima Zorreguieta disponen de 58 millones de euros al año para gestionar su monarquía. Sus avances en una gestión económica más actual van a paso de tortuga y, por ejemplo, no pagan impuestos, a pesar de la petición unánime de la ciudadanía.
Son, tras la británica, la casa real más antigua del continente, lo que parece sumirles también en una especie de pasado monárquico que requiere de una actualización urgente. El motivo es que el rey Harald V y su familia reciben al año 28 millones de euros de financiación pública, pero no hay una sola justificación de gastos.
Con 83 años, la reina Margarita II de Dinamarca es la royal más longeva de Europa. Eso sí, ha sabido estar a la altura del momento actual y ha reducido el presupuesto de la corona drásticamente, dejando a cuatro de sus nietos sin título real y sin asignación presupuestaria. Recibe al año un total de 16 millones de euros.