Seis meses después de la muerte de Massimo Stecchini, su pareja desde 1988, Pepa Flores ha abandonado por unas horas su retiro voluntario y se ha dejado ver paseando por las calles de Málaga en compañía de su hermana Vicky, con la que ha disfrutado de una tranquila tarde de compras, tal y como vemos en las imágenes publicadas en exclusiva por la revista 'Lecturas'.
A sus 76 años, la artista, que lleva casi cuatro décadas alejada del foco mediático y que ni siquiera se dejó ver en la última despedida a su pareja que falleció de un infarto repentino el pasado mes de septiembre, ha sido fotografiada con gafas de sol y un abrigo en tonos ocre en su Málaga natal, donde vive rodeada por su círculo más cercano.
Solo ellos han estado a su lado en estos difíciles momentos. La pérdida de Stecchini la dejó en shock, tal y como comentó Soledad Jara, viuda del último representante de la artista en una intervención televisiva. A lo largo de estos meses, Pepa Flores se ha enfrentado al duelo apoyada por los suyos. "Lo ha pasado muy mal, muy mal. Se está recuperando. Ella todavía no sale. Ya sabéis que ella no va a ningún sitio, nada de nada", comentaba Jara. Ahora seis meses después del fallecimiento y aunque sigue manteniéndose lejos de los medios, estas imágenes, las primeras que los fotógrafos pueden captar de ella en más de cinco años, confirman que poco a poco la artista va superando este delicado momento personal.
Desde que tomara la decisión de retirarse en 1985 tras rodar 'Caso cerrado', Pepa Flores blindó su vida privada. La artista se instaló en Málaga y optó por llevar una sencilla y tranquila vida en una casa con huerto y gallinas cercana a la playa de la Malagueta. "Pepa es muy sencilla y muy casera", comentaba en esa misma entrevista Soledad Jara.
Después de 25 años siendo una estrella en nuestro país, la actriz lo dejó todo para volver a ser simplemente Pepa, recuperar su vida y disfrutar de las pequeñas cosas. Desde ese momento, nunca más ha vuelto a la primera línea y ha preferido llevar una vida discreta alejada de toda la pompa que le había acompañado durante años. Ni siquiera en 2020, cuando le concedieron el Goya de Honor abandonó su retiro para acudir a la gala, que ese año se celebraba en Málaga. La actriz rechazó la invitación y fueron sus tres hijas, María, Tamara y Celia, las que acudieron a la fiesta del cine a recoger el premio.
Tan solo una excepción en todos estos años. En 2016 hizo una aparición pública para apoyar a su hija Celia (la menor de las hijas que tuvo con Antonio Gades) en un recital. Allí, la actriz sorprendió a todos los asistentes al subirse al escenario para bailar 'Tómbola', uno de los éxitos de su niñez.