Dani Alves acaba de salir de prisión pasadas cuatro de la tarde este lunes 25 de marzo. Un año después de su entrada en la cárcel catalana de Brians 2, el exjugador del F.C. Barcelona, bajo el cielo encapotado de la Ciudad Condal, acaba de salir del centro penitenciario tras abonar una fianza de un millón de euros (la cantidad que se le pedía para poder conseguir la libertad provisional). Finalmente, este lunes 25 de marzo, el deportista ha podido salir a la calle. Una salida que ha estado marcada por varias manifestaciones en contra de esta decisión tomada por la Audiencia catalana, tal y como se ha podido leer en las pancartas de las personas que han acudido a la salida.y que no han dejado de gritar a lo largo del día: "Todos somos Nuria".
Una hora después de lo que estaba previsto, el exfutbolista ha salido hasta el vehículo que le estaba esperando en las inmediaciones del centro penitenciario. Entre gritos, Alves, que ha optado por lucir un jersey de cuello alto blanco y una chaqueta estilo bombre, ha salido con un semblante serio y mirando al frente. Además, en su salida a la calle por primera vez tras más de catorce meses, ha estado acompañado por su abogada, Ines Guardiola.
Hace solo unos días que se conocía que el que fuera compañero de Leo Messi o Neymar saldría del centro en el que ha estado ingresado durante más de un año, tras haber sido declarado culpable por violar a una joven en la discoteca Sutton de Barcelona el 30 de diciembre de 2022. Hace justo un mes que la Justicia de la Ciudad Condal hacía pública la sentencia condenatoria que no era firme y que podía ser recurrida.
Tras más de un año de prisión preventiva, la sección 21 de la Audiencia declaraba culpable al exjugador del Barcelona a cuatro años y medio de cárcel, cinco de libertad vigilada (que consiste en una medida de seguridad no privativa de libertad que somete al condenado a estar en vigilancia durante un periodo de tiempo) y nueve años de alejamiento de la víctima (con dos prohibiciones: una distancia de mil metros con respecto a su domicilio o lugar de trabajo a menos de mil metros de distancia y la de comunicarse con ella. Además de pagar una cuantiosa indemnización de 150.000 euros por un delito de agresión sexual por el daño moral y las lesiones y deberá pagar dos meses de multa con una cuota diaria de 150 euros. Una pena que se vio reducida ya que la Fiscalía pedía nueve años y la acusación particular doce.
Sin embargo, cinco semanas después de esta primera sentencia que no era definitiva, la Justicia catalana comunicaba que el deportista saldría -bajo libertad provisional- de prisión en el caso de abonar un millón de euros. Además, entre otras condiciones de su salida provisional del centro penitenciario -como la entrega de sus documentos de identidad para evitar el riesgo de fuga-, en este caso el acusado "no podrá acercarse a la víctima a menos de 1.000 metros de distancia, ni a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro lugar frecuentado por ella, así como comunicarse con ella por cualquier medio hasta que recaiga la sentencia firme", notificaba la Audiencia catalana en este mediático y polémico caso.