Los jugadores de la Selección ya se encuentran en España tras haberse coronado como líderes indiscutibles de la Eurocopa 2024, una victoria que llegaba este domingo 14 de julio tras un merecido 2-1 frente a Inglaterra y que se convierte en la cuarta victoria en la historia del torneo para La Roja. Tras su llegada, los futbolistas han comenzado un recorrido por las calles de Madrid que ha arrancado en el Palacio de la Zarzuela.
Pasadas las 15 horas de la tarde de este lunes, 15 de julio, la Selección ha aterrizado en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Tras unas horas de descanso, sobre las 18:30 ha comenzado la celebración en La Zarzuela, donde los jugadores han sido recibidos por el rey Felipe VI y la reina Letizia. Junto a ellos, además, han estado las hijas de estos últimos, la princesa Leonor y la infanta Sofía, cuya presencia no estaba confirmada hasta entonces.
Hasta los alrededores de la residencia se han desplazado decenas de aficionados que han dado la bienvenida con una gran ovación y aplausos a los futbolistas, que en uno de los salones de la ubicación han procedido a saludar a la familia real. El primero de ellos ha sido el capitán Álvaro Morata, a quien han seguido el resto de los de la plantilla con una camiseta blanca y con un cuatro impreso, haciendo así referencia al número de veces que la Selección ha conseguido alzarse como campeona de Europa.
Posteriormente, todos ellos se han dirigido hasta uno de los jardines, donde han posado en unas escaleras para inmortalizar el momento. Para la ocasión, Letizia ha optado por un espectacular vestido rojo mientras que Felipe ha incluido el color en su corbata. Leonor y Sofía, en su caso, han querido hacer un guiño al logro y han lucido la indumentaria oficial del equipo con el dorsal 10, de Dani Olmo.
Sin embargo, ha sido el siete de la Selección el que les ha regalado otra camiseta firmada y con la frase ‘Reyes de Europa’. "Gracias por cómo nos apoya siempre. Nos hace muchísima ilusión darle esta camiseta", ha afirmado Álvaro al monarca. Entonces, a diferencia del día de ayer cuando la infanta se mostró reacia a coger la copa, hoy sí que se ha atrevido a llevarla con la ayuda de su hermana.