Luis Canut sufrió hace un año una meningitis criptocócina, una infección en el cerebro producida por una levadura. El guionista, marido de Patricia Pérez, estuvo cuatro meses ingresado en el hospital y salió de allí en silla de ruedas, "sin ninguna estabilidad", algo de lo que se ha ido recuperando con el paso del tiempo. Perdió memoria a corto plazo y visión y ahora, aún en rehabilitación, ha dado todos los detalles de su diagnóstico de ceguera.
Hace unos días contaba orgulloso en redes sociales que era un "hombre valenciano, ciego y feliz" con su recién estrenada afiliación a la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles). "He conseguido superar muchas de las secuelas de mi enfermedad, pero no todas. Estoy en una nueva fase de mi vida, ni mejor ni peor, simplemente diferente y con la ayuda de la ONCE todo está siendo más fácil", explicó, tal y como puedes ver en este vídeo.
El guionista ha concedido una entrevista a la revista ¡HOLA! en la que ha explicado que se desenvuelve "bastante bien" con el bastón y que cada vez es "más independiente", aunque todavía no ha terminado el curso. "También ayuda a mi entorno, para que sepa que no veo. La gente es muy amable por la calle y ayuda. Mi discapacidad saca lo amable de la gente", ha asegurado.
En cuanto al diagnóstico, Luis ha explicado que del ojo derecho no ve y que en el izquierdo tiene una nitidez del 0.02. "Tengo alrededor de un cinco por ciento de visión. No tengo visión ni frontal. Por eso, no puedo reconocer ningún rasgo de nadie ni de nada. Veo luz y algunas figuras", ha dicho sobre las consecuencias de esta enfermedad. En la ONCE ha aprendido que es "muy difícil salir del armario de la discapacidad" y que todo lleva un proceso de aceptación que, muchas veces, "es lo más complicado". El guionista se siente muy orgulloso y contento de ver quién es actualmente y quieren que le traten como uno más porque si él lo normaliza, lo hará el resto del mundo de manera más fácil.
Luis ha explicado que toca la batería para mejorar la coordinación porque su lado derecho estuvo "casi paralizado". También toca el piano para ganar concentración y memoria. Y, para que su cerebro pueda estar tranquilo y desinflamarse, le viene muy bien nadar y meditar. "Sigo con cortisona y medicamentos para la levadura. Neurológicamente, no estoy dado de alta. Me hacen resonancias y controles", ha dicho.