La crónica social española tuvo durante muchos años su epicentro en Marbella, cuando la ciudad malagueña se convirtió en el lugar de referencia para el panorama vip patrio e internacional, entre lujo y poder. La denominada como época dorada marbellí contaba con varios nombres protagonistas por entonces, un universo que ha perdido ahora a una de sus caras más conocidas. Ha muerto a los ochenta años Luis Ortiz, quien fuera marido de Gunilla von Bismarck, la condesa alemana que se convirtió durante años en una de los nombres más populares de la crónica social. Esto es todo lo que se sabe sobre la muerte del que fue uno de los grandes anfitriones de la jet set marbellí.
Ha sido el diario El Debate quien ha podido adelantar en primer lugar la noticia del fallecimiento de Ortiz. Se produjo en la tarde de este pasado lunes, 16 de septiembre, en la clínica Quirón del municipio malagueño que le dio a conocer en el papel cuché patrio. El medio explica que, en sus últimas horas, estuvo acompañado de su exmujer, Gunilla, con quien mantenía una relación estrecha, así como por el único hijo en común de ambos, Francisco José Ortiz von Bismarck. No se conocen, todavía, las causas de su muerte. Sí es conocido, no obstante, que llevaba varios años padeciendo un cáncer de próstata.
Hace tan solo unos meses le vimos por última vez públicamente en el 70º aniversario del Marbella Club, espacio al que acudió en silla de ruedas junto a Conde Rudi, fundador del club. Un año antes, en agosto de 2023, también pudimos verle disfrutar de un concierto en el Starlite de Marbella junto a la condesa Von Bismarck, madre de su único descendiente.
En esta última etapa de su vida ha estado acompañado por Gunilla Von Bismarck y Francisco José Ortiz, el hijo que tuvieron en común. A pesar de que su historia de amor llegó a su fin, la relación familiar nunca se rompió. Esta familia se amplió cuando Francisco se convirtió en padre de Luis y Fran, los nietos de Luis Ortiz, fruto de la relación que su hijo tiene con Elizabeth Dutú. Aunque ellos han vivido siempre entre Bahamas y Estados Unidos, en los últimos años han viajado frecuentemente a España para visitar a sus padres y acompañar al conde en los últimos meses de su vida.