En la madrugada de este martes, España se quedaba en shock tras confirmarse la temprana muerte de Àlex Casademunt en un accidente de tráfico. El cantante de 39 años, que aseguraba estar feliz con su nueva vida desde que se convirtió en padre hace tres años, dejaba rotos a familiares y amigos con su repentino adiós. Horas después de producirse este trágico desenlace, el Tanatorio de Mataró se convertía en el centro de reunión de su entorno, entre los que destacaron los compañeros de aquel 'Operación Triunfo' que le convirtió en icono.
David Bustamante, Nuria Fergó, Manu Tenorio, Natalia Rodríguez y Chenoa eran los primeros en llegar a la estación de Barcelona la mañana después de producirse este triste desenlace. Los cinco arroparon a los padres y hermanos de su 'hermano' de Academia en estos durísimos momentos. Con las horas fueron llegando David Bisbal, Rosa López, Gisela, Geno o Javián. Pero una ausencia llamó la atención de los fans del catalán.
Hablamos de Naím Thomas, el octavo expulsado de esta primera edición del concurso. Durante esa madrugada fatídica, el extriunfito lamentaba su muerte asegurando que Àlex "se ha ido muy pronto". Le definía como un "tío descarado, carismático y brillante por fuera, una persona sensible y con una calidad humana fuera de lo normal por dentro". Recordaba la "pasión en cualquier cosa que hacía". También aseguraba lo duro que era para él hablar en pasado de Casademunt.
Sin embargo, esta declaración de amor por su colega no fue suficiente para algunos, que no tardaron en criticar que no estuviese con el resto de compañeros de 'OT 1' en el velatorio. Tras horas aguantando críticas, Naím se vio en la obligación de "sacarlo fuera" denunciando que "nadie conoce cuán hondo te llegan las cosas" ni "cuánto te afectan".
"Yo soy una persona fuerte. He salvado la vida de mi madre en pleno ictus, he tirado emocionalmente de mi familia tras el fallecimiento de mi hermana, he apoyado a mis padres cuando mi hermano se suicidó", enumeró para ejemplificarlo. Según él, es "la típica persona que, cuando el barco se hunde", Thomas siempre es el encargado de salvarlo, y que después es el que "se queda en estado catatónico durante dos semanas sin decir una palabra".
Por eso le ha producido tanto dolor que le juzgasen por no estar en Mataró las últimas 48 horas. "Da igual cuánta relación puedas tener con una persona, eso no quita cuánto te afectan las cosas. Nadie tiene derecho a juzgarlo. A mí me afectan sin que se me note: quizás por un afán de salir adelante, quizás por mostrar entereza, quizás por mi relación íntima con la muerte en la vida", planteó. Y fue entonces cuando, por desgracia, le tocó dar las innecesarias explicaciones de su ausencia.
"No he podido ir a Barcelona, entre otros motivos, porque tengo trabajo todos estos días y no puedo hacer un paréntesis", manifestó. "Me hubiera gustado dar todo mi apoyo a su familia, con la que hablé e hice hincapié en este tema; y arropar a mis compañeros que han podido estar allí. Os pido disculpas, no pretendo tener ningún protagonismo en estos momentos. Es el desahogo de esa persona que casi nunca se desahoga", terminaba con dolor.