El lifting de pestañas es uno de los tratamientos que más de moda están de los últimos tiempos. Esto se debe a que podemos lograr unas pestañas bonitas, largas y definidas sin estar aplicando máscara y, además, de una forma más respetuosa con ellas.
Al a ser uno de los tratamientos más demandados, nos encontramos una infinidad de locales donde nos pueden hacer un lifting de pestañas, aunque no en todos gozaremos de los resultados esperados. Habrá que tener mucho cuidado en quien confiamos nuestras pestañas, ya que estas son especialmente sensibles. Pero, ¿cómo podemos saber que nos han hecho mal el lifting de pestañas?
Lo cierto es que este procedimiento consiste en rizar las pestañas, estirándolas. Este suele durar una hora y su efecto puede durar hasta un mes. Así, uno de los inconvenientes que podemos encontrarnos es que las pestañas tengan algunas calvas o que todas no estén estiradas de la misma forma. De esta forma, veremos como las puntas son más delgadas.
Otro de los datos que nos indicará que no está bien hecho el tratamiento serán las puntas. Estas podrán estar dobladas y, por tanto, significará que están quemadas. Por eso, deberás intentar separarlas con un cepillo. En el caso de que estas no vuelvan a su posición original querrá decir que no se encuentran en buen estado.
Sí que es cierto que cuando pasan los días podemos observar que nuestras pestañas están más despeinadas de lo normal. Esto será algo normal, pero lo que no habrá que considerar es que las pestañas estén despeinadas desde las puntas. Si esto sucede, es que el procedimiento no ha sido el correcto.
Tampoco será correcto si observamos que nos han dejado restos de pegamento. Lo cierto es que, antes de salir del establecimiento, deberán limpiarte todos los restos que hayan quedado en tus pestañas.
No será normal que la zona esté roja o que sientas cierto ardor. Por tanto, si notas este tipo de dolor cuando te están aplicando el tratamiento deberás pedir que no sigan realizando el procedimiento.