Hace unos días Carla Vigo, la sobrina de la reina, hacía unas declaraciones que dejaban clara su opinión sobre el físico de su tía Letizia: "los brazos así no quedan nada bien en una chica". "Si yo tuviera esos brazos, me vería horrorosa, pero si ella se ve bien así…"
El body shaming es humillante con independencia de quién lo haga, de cómo se haga, del cuerpo al que se dirige y sin que importe el aspecto físico que se trata de ridiculizar. Es un problema que tiene como objetivo generar inseguridad en otra persona, pero Carla Vigo ha decidido que este era un buen momento para ponerlo en práctica contra el físico de Letizia Ortíz, aunque trate de arreglarlo con una meliflua coletilla: “si ella se ve bien así…”
Es evidente que la reina se ocupa seriamente de mantener su físico en buen estado con dieta y mucho ejercicio y que, genética aparte, ese estilo de vida le ha proporcionado un cuerpo delgado y atlético del que son buena prueba sus brazos tonificados. Esa disciplina es la que le permiten lucir cualquier tipo de prenda, desde las que podrían dejar en evidencia cualquier pequeño defecto, a las que lo cubren todo.
Aunque ella ha demostrado que no los necesita, de los looks de la reina se pueden extraer ciertos trucos de estilo que ayudan a potenciar o esconder los brazos musculados que se ha trabajado tan duramente.
Las prendas de tirantes son las que menos margen dejan para ocultar el estado físico de los brazos, pero existen algunos trucos que ayudan equilibrar la silueta creando el efecto óptico de una espalda y unos hombros más o menos anchos.
Los tirantes finos ayudan a dar más volumen a una silueta estrecha creando el efecto óptico de una espala y unos hombros más anchos que equilibran unos brazos musculados. Si buscas el efecto contrario, hacer que la espalda parezca más fina, apuesta por los tirantes anchos y así ayudas a equilibrar proporciones.
También es importante la colocación de los tirantes, porque ejercen de límite entre el escote y el inicio de los hombros y cuanto más separados estén entre ellos, más ancha se verá la espalda.
La manga sisa es un truco perfecto si buscas que tus brazos parezcan más trabajados, pero es importante la disposición de la sisa porque cuanto más despegada está de la axila mayor tamaño se aporta ópticamente al brazo, porque la piel de la espalda y el costado aumentan ópticamente su volumen.
El escote halter es perfecto si quieres presumir de brazos y hombros trabajados. Si tienes la espalda ancha procura que no sea demasiado profundo para evitar que el tamaño de los hombros parezca mayor, en caso contrario, busca un modelo que deje mucha piel a la vista.
El largo de este tipo de manga es perfecto para potenciar la musculatura, pero solo es adecuada si tienes proporciones equilibradas. Olvídate de ella si tienes la espalda y hombros estrechos en relación con los brazos, salvo que incorpores unas hombreras a la prenda.
La manga corta puede ayudar a potenciar o esconder unos hombros y brazos musculados, todo depende de cuál sea exactamente el largo escogido. Si se usa muy corta, permite que se aprecie la definición del deltoides, el bíceps y el tríceps, como ocurre con los tirantes y la manga sisa. Si se usa más larga permite esconder toda esa musculatura.
También hay que tener en cuenta si la manga es ajustada u holgada, ya que en el primer caso hará que los brazos parezcan más fuertes y gruesos y en el segundo más delgados.
Posiblemente uno de los mejores escotes para dejar en un segundo plano unos brazos musculados es el escote Bardot. Se trata de un patrón de corte recto que recorre el cuerpo por encima del busto y se alarga en línea recta hasta los brazos, estilizando el cuello y el escote y dejando ocultos los músculos superiores de los brazos.
Si de esconder musculatura se trata, lo ideal es apostar por las mangas, ya las lleves al codo, francesa o hasta la muñeca, pero incluso en cuestión de mangas, hay trucos.
Una manga con hombrera y abullonada en el puño es capaz de afilar el brazo más musculado, lo mismo ocurre con la manga capa que cae suelta por el hombro y el antebrazo, ya que impide apreciar el entrenamiento que llevan detrás.
La manga abullonada en el hombro tampoco deja apreciar la musculatura, pero no es la más aconsejable para un cuerpo ancho porque aumenta el volumen del cuerpo a menos que se combine con un patrón de silueta ajustada.
La manga larga ajustada tiene varias lecturas, porque dependiendo del tejido que se utilice puede potenciar o esconder el entrenamiento de los brazos. Un tejido elástico o uno semitransparente serán buenos aliados para presumir de músculos, mientras que uno rígido puede hacer que desaparezcan bajo el tejido.