El frío es implacable con nuestra piel, que precisa de cuidados especiales para no verse resentida por las bajas temperaturas. Sentir que los labios o la nariz se resecan y agrietan es muy habitual y, la verdad, resulta bastante molesto. El rostro está permanente expuesto al frío y los cambios de temperatura, por lo que hay protegerlo adecuadamente y prestar mucha atención a la hidratación de los labios y la nariz durante el invierno. Te contamos cómo conseguirlo con los gestos y rutinas adecuadas.
Parece que lo de beber agua para no deshidratarnos solo cobra importancia cuando llega el verano. Pero en invierno el frío también nos afecta, y si queremos que nuestra piel esté hidratada es fundamental que bebamos una buena cantidad de agua al día.
Si juntamos humedad y frío la piel de los labios y la nariz se va a deshidratar a toda velocidad. Recuerda secarte bien después de beber o de lavarte la cara. Hazlo con una toalla o servilleta de algodón y nunca la frotes contra la piel. Del mismo modo, evita gestos como humedecer los labios con saliva, que a veces hacemos sin darnos cuenta.
Parece un consejo extraño, pero es que morderse los labios es un gesto más habitual de lo que pensamos. Si notas que hay zonas del labio que tienes más cuarteadas que otras, intenta fijarte en si tienes el hábito inconsciente de morderte justo ahí.
Los resfriados son una constante en invierno, y las mucosidades afloran en nuestra nariz sin control más veces de las que nos gustaría. Es entonces cuando entran en juego los pañuelos de todo tipo, aunque unos son más respetuosos con nuestra piel que otros. Elige siempre los pañuelos más suaves que encuentres, porque el roce constante de estos con la nariz y los labios resiente la piel más de lo que imaginas.
Los labios y nariz no se resecan solo cuando estamos en la calle. Dentro de casa, con la calefacción encendida, el ambiente tiende a resecarse y eso le sienta fatal a nuestra piel. Poner cuencos con agua junto a los radiadores o hacerte con un humidificador es una de las mejores cosas que puedes hacer. Lo notarás al respirar y lo notarás en tu piel.
Cuando la nariz o los labios “se pelan”, aunque apliques un buen producto hidratante no conseguirás que haga todo el efecto que necesitas. Las pieles muertas son un impedimento para ello, y la mejor solución es realizar una exfoliación suave que las elimine. Además de poder hidratar bien la piel, notarás como mejora su aspecto.
Y cuando decimos que lo uses, no queremos decir que te lo apliques de vez en cuando, sino de manera rutinaria varias veces al día. Al menos hazlo antes de salir de casa, a la mitad del día y antes de acostarte. Si eres disciplinada te aseguramos que podrás despedirte de la deshidratación en esas zonas tan delicadas. Hay muchos productos especiales para labios y nariz que puedes llevar siempre contigo. Estos son algunos de nuestros favoritos:
Letibalm Bálsamo Reparador Nariz y Labios. Este clásico de farmacia sigue siendo uno de los más vendidos porque regenera y repara la piel seca y agrietada de los labios y la nariz, nutriéndola y protegiéndola de agresiones externas.
Avène Cicalfate Reparador de Labios. Actúa con eficacia incluso cuando las condiciones climáticas son extremas. Su textura cremosa es muy agradable y actúa como un escudo protector, dejando la piel suave y sin grietas.
Bálsamo de labios Rêve de miel de Nuxe. Si lo pruebas te enamorarás de su textura y de su aroma a miel y pomelo. Pero además, cuenta con una fórmula super nutritiva que reparará tu piel, dejándola sedosa y suave.