A principios de enero, Alice Campello daba a luz a su primera niña junto a Álvaro Morata. Nacía Bella, cuarta de los hijos de la pareja desde que iniciasen su relación en 2015. Pero el feliz momento vivo seguido de un episodio traumático: la italiana tuvo que ser ingresada en la UCI justo después del parto. La situación fue verdaderamente dramática: como la pareja confesaría posteriormente, se llegó a temer por la supervivencia de Alice debido a un problema del útero, que no se contrajo como debía. Campello ha hablado ya de las secuelas que arrastra desde entonces, de las que poco a poco se mejora. Hay una, sin embargo, que todavía persiste: sus manchas en la piel.
En un reportaje para la revista ¡HOLA!, en el que abordaba cómo habían vivido el complicado episodio, la italiana explicaba qué consecuencias arrastra desde entonces. Alice reconocía entonces no sentirse todavía plenamente recuperada. Hablaba además de haberse pasado muchos días llorando, de tener pesadillas por las noches y de que la mezcla entre cansancio y hormonas le estaba afectando especialmente. Le llegada de Bella a la familia, además, le estaba generando cierto "sentimiento de culpabilidad" por "no poder estar a todo", explicaba.
Con respecto a la cuestión puramente más física, Campello ha compartido también cómo ha sido su recuperación posparto, mostrando su tripa dos meses después de haber dado a luz, una zona en la que se ha realizado un tratamiento recientemente. Pero la italiana arrastra todavía una desagradable consecuencia de su estancia en el hospital. Se trata de sus manos, en las que tiene todavía, tres meses después, un problema del que ha vuelto a hablar recientemente.
A finales de enero, ya en casa, Campello hacía partícipes a sus más de tres millones de seguidores de la situación. "¿Alguien ha sido alérgico a los parches que utilizan en el hospital donde estaba la vía? ¿Cuánto tardaron en desaparecer?", preguntaba entonces en sus stories de Instagram. A la empresaria le habían salido unas peculiares manchas oscuras en las manos, fruto del vendaje que suele cubrir estas extremidades cuando ponen a alguien una vía intravenosa.
Los esparadrapos y los adhesivos médicos son, al parecer, los causantes. Lo cierto es que los apósitos que suelen colocarse en las heridas son una causa frecuente de este tipo de lesiones cutáneas. En el caso de Alice, son varias las semanas que lleva con ellas, y ha decidido tomar cartas en el asunto, sometiéndose a un tratamiento para mitigarlas. Se trata de un tema sobre el que sus seguidores le preguntan a menudo, además.
“La verdad es que mal, sigo teniéndolas”, ha confirmado en sus stories a su parroquia de followers. La influencer ha desvelado, además, que está intentando atenuar dichas erupciones mediante un tratamiento de láser, con el que reconoce que, pese a que las manchas están todavía presentes, está experimentando ciertos avances: “Están mejorando un poquito, poco a poco, no hay prisa. Me está costando bastante, es rarísimo”, ha explicado, mientras se grababa desde el coche.