Elegir un buen producto de maquillaje es tan importante como sabe aplicarlo para obtener el resultado que buscamos. Puede que tu neceser tenga los mejores productos make up del mercado, pero si no sabes sacarle partido o cometes errores al utilizarlos, no estarás aprovechando todo su potencial.
Uno de los imprescindibles para casi todas nosotras es el corrector, nuestro must para camuflar granitos y tapar las dichosas ojeras. El problema es que si no lo usas como deberías, puede que acabes con las ojeras más marcadas o con el temido efecto oso panda, entre otras desgracias. Por eso no puedes perderte los tres trucos imprescindibles para aplicar el corrector que conocen las maquilladoras profesionales.
Hablamos mucho de lo importante que es dar con el tono de base de maquillaje que mejor le va a tu piel, pero en el caso del corrector parece que no le prestamos la misma atención a este detalle esencial. Como con el corrector buscamos disimular ojeras o rojeces en el rostro, la tendencia es buscar un tono que sea más claro que el de la piel. Hasta ahí bien, pero sin pasarse.
Es decir, procura que el corrector que elijas sea, como mucho, dos tonos más claros, porque si te excedes, las ojeras se verán más marcadas y de un color grisáceo nada favorecedor. Además, presta atención al formato, porque los de tipo cremoso pueden acabar cuarteados y marcando las arrugas. En cambio, los que tienen un formato líquido se funden mejor con la piel y mantienes más tiempo el resultado.
Presta mucha atención a este punto, aunque aquí hay varias opciones válidas. Puede que seas de las que utiliza una brocha, de las que no prescinden de la esponja o de las que lo aplica con los dedos. Cualquiera de las tres es válida, aunque la forma más recomendable es aplicar el corrector con los dedos con ligeros toquecitos.
Así es más fácil utilizar solo la cantidad de producto que necesitas, adaptarse a la curvatura de la zona inferior del ojo y lograr que el producto penetre correctamente en la piel. Si quieres seguir usando la brocha adelante, y si eres del team esponja, no te olvides de humedecerla ligeramente antes de usar el corrector.
Y que debes conocer ya para empezar a utilizarlo desde hoy. Se trata de aplicar sobre el corrector una ligera capa de polvos translúcidos. Este producto, que seguramente no utilizas tan a menudo como deberías, es el toque de gracia para sellar tu maquillaje y que permanezca intacto durante horas, además de evitar la aparición de brillos. Pues el mismo efecto tiene sobre el corrector, logrando que su efecto sea más duradero y evitando que aparezcan por sorpresa esas ojeras que ya creías que estaban cubiertas.