Si algo tiene el verano son horas de playa, piscina, y en general al aire libre, que se traduce en una piel bronceada que para muchas se convierte en una verdadera obsesión. El problema reside en su duración, pues hay que dedicarle más horas a conseguirlo de las que luego se mantienen en la piel. Y es que, aunque un bronceado saludable puede darle un resplandor radiante a tu piel y realzar tu apariencia general, es crucial recordar que la exposición excesiva al sol puede ser muy perjudicial.
En primer lugar, hay que recordar que antes de recurrir a ningún método para que dure más, resulta aconsejable consultar con un dermatólogo. Cada tipo de piel es diferente, y un solo un experto puede proporcionarte orientación personalizada y recomendaciones específicas para mantener la salud mientras disfrutas de un tono duradero. Dicho esto, hay ciertas pautas muy útiles que, además, resultan bastante fáciles de seguir y que se explican a continuación.
Protegerse del sol
A pesar de estar buscando alargar tu bronceado, la protección solar sigue siendo primordial. Aunque ya no vayas a la playa, no te olvides de aplicar el protector solar.
Descansa correctamente
En lugar de exponerte al sol durante largos períodos, opta por un bronceado gradual. A medida que tu piel se acostumbra, puedes aumentar gradualmente la duración de las sesiones (siempre con la protección solar correspondiente). Asimismo, descansar lo suficiente y evitar la sobreexposición son pasos cruciales para mantenerla en buen estado. Recuerda que descansar adecuadamente también ayuda en la regeneración celular y en la salud general de la piel.
Hidratación
Mantener la piel hidratada es esencial para un bronceado duradero. Bebe suficiente agua para mantener tu piel y cuerpo bien hidratados. También puedes usar lociones y cremas hidratantes para mantener la humedad de la piel y prevenir la descamación.
Exfoliación
La exfoliación suave es muy acertada para mantener un bronceado uniforme y prevenir la acumulación de células muertas en la superficie de la piel. Recurre a geles específicos o guantes de crin una o dos veces por semana para eliminar las células muertas y promover la regeneración celular.
Dieta equilibrada
Somos lo que comemos, y tu dieta tiene mucho que ver a la hora de que tu bronceado se vea bonito durante más tiempo. Los ácidos grasos Omega-3, las vitaminas A, C y E, y el zinc son particularmente beneficiosos para mantener la piel radiante y fuerte. Los antioxidantes son otros de los aliados esenciales para protegerla de los efectos dañinos del sol y prevenir el envejecimiento prematuro. Por eso, no incluye alimentos ricos en ellos como frutos rojos, cítricos, té verde, y alimentos ricos en Omega-3 como las nueces o el salmón.
Recurre a la cosmética
Ya no solo con las cremas y aceites hidratantes, también con el uso de autobronceadores, una excelente alternativa para mantener el bronceado sin la necesidad de una exposición excesiva al sol. Asegúrate de aplicarlos de manera uniforme y siguiendo las instrucciones del producto, siempre exfoliando la piel antes para evitar la descamación y manteniendo siempre una hidratación adecuada.
En otras palabras, alargar el bronceado de manera segura implica un equilibrio entre la exposición al sol y el cuidado adecuado de la piel donde factores como la alimentación, el descanso y la hidratación resultan cruciales.