Aquellas que decían que ‘para estar guapa hay que sufrir’ estaban muy equivocadas, porque no hay mayor placer en esta vida que dormir, y este momento precisamente resulta clave para que las rutinas de belleza hagan su efecto. Ya se sabe que durante las horas de sueño el organismo hace un trabajo de fondo para ‘regenerarse’, actuando además con una mayor intensidad los cosméticos en estas horas.
Pero por mucho que se apliquen las cremas de rigor, se cene ligero y se respeten las siete u ocho horas de descanso, hay ciertos hábitos nocturnos que pueden acelerar el proceso de envejecimiento cutáneo de los cuales no somos conscientes, y que terminan por dejar las arrugas y líneas de expresión más marcadas (y que al contrario de lo que pueda parecer, son más fáciles de evitar de lo que parece). A continuación explicamos algunos de los errores más comunes que no hay que hacer si queremos levantarnos con un cutis luminoso.
-No desmaquillarnos ni seguir una buena rutina de belleza. Un grave error que no podíamos pasar por alto. La falta de limpieza hace que los residuos de maquillaje y la polución obstruyan los poros, contribuyendo al envejecimiento prematuro de la piel. Así que, asegúrate de seguir una rutina de cuidado nocturno que incluya limpieza, tonificación e hidratación para mantener la piel nutrida y rejuvenecida.
-Usar almohadas de algodón. Lo que de primeras puede parecer un simple capricho, a la larga la piel lo agradecerá. Y es que las fundas de almohada de algodón, aunque cómodas, pueden absorber la humedad de la piel y causar fricción. Resulta más adecuado optar por las de satén o seda, ya que reducen este roce y minimizan la posibilidad de que haya arrugas faciales.
-Calidad del aire. Dormir en ambientes demasiado secos contribuye a deshidratar el cutis, aumentando la probabilidad de que nazcan nuevas arrugas, así que si el clima en el que vives lo es, no está de más utilizar un humidificador y hacer énfasis con la hidratación.
-La postura. En cuanto a la posición en la cama, estar de lado o boca abajo puede generar arrugas alrededor de los ojos y la boca debido a la presión que se ejerce en estas zonas. Además, se hará más fricción con las sábanas, lo que aumentará más este efecto. De igual modo, dormir con la cabeza en una posición incómoda, sin tener un completo apoyo del cuello, también puede provocar líneas en esta zona tan olvidada por la mayoría, así que deberías tenerlo en cuenta a la hora de comprar tu almohada.
Como ves, prestando atención a estos pequeños detalles, muy fáciles de solventar, lucir una piel más joven y tersa no es tan difícil.