"Me suda la cara a goterones": así se trata la hiperhidrosis facial, según los expertos

A Alicia Durán, la chica que se ha hecho viral en TikTok hace unas semanas, le suda muchísimo la cara, hasta tal punto que, para ella, es un problema. “No me separo del abanico hasta septiembre”, señala la joven desde el vídeo en el que expone su problema y que cuenta con más de 111.000 reproducciones. Desesperada, corrió a la red social a contar lo que le ocurría porque, está segura, hay mucha gente a la que le puede pasar algo similar y que se puede sentir identificada con su caso. Reconoce que ha ido al médico y que todos los tratamientos que ha probado no le han funcionado, hasta tal punto que ese exceso de sudor en la cara le ha impedido hacer vida normal. “Hace muchos años que no voy a una discoteca”, expone. “La gente me mira mal. Me suda la cara a goterones”, añade.

¿Qué le ocurre?

Ese exceso de sudor en la cara tiene nombre y apellidos. Se llama hiperhidrosis facial”, tal y como anuncia la Dra. Dermatóloga Paloma Cornejo, de la Clínica Más que derma By Dra. Paloma Cornejo. Se trata de un tipo de “sudoración excesiva de las glándulas sudoríparas ecrinas”, apunta Álvaro Platón, especialista en dermocosmética. Y es que, aunque la sudoración es un proceso natural de la piel para termorregular el cuerpo, eliminar toxinas y forma parte de la barrera protectora de nuestra piel, apenas se habla de la “hiperhidrosis facial”.  

La realidad es que “la hiperhidrosis facial tiene una incidencia de un 6% entre todas las hiperhidrosis localizadas, es decir, es más frecuente en las axilas, en las palmas de las manos y en las plantas de los pies”, agrega la doctora Cornejo. Y este exceso de sudoración también se puede extender a la cabeza. “Hay personas que la sufren asociadas también al cuero cabelludo y se la conoce como hiperdrosis craneofacial”, apunta la doctora.

¿Tiene solución la hiperhidrosis facial?

“Hay muchos tratamientos”, dice Álvaro Platón. Sin embargo, mientras que en la hiperhidrosis palmar (como le ocurre a David Broncano), plantar y axilar hay una gran variedad de tratamientos, en la cara todo se vuelve más complicado, de hecho, es más un tema médico que cosmético. ”En casos de hiperhidrosis en manos, pies y axilas, se puede tratar con antisudorales, a medicamentos tópicos u orales, iontoforesis, toxina botulínica “bótox”, simpatectomía transtorácica, que consiste en eliminar los ganglios que estimulan la sudoración axilar y palmar), curetaje subcutáneo, láser (los nuevos como el láser Mira Dray tienen una respuesta bastante definitiva sobre la sudoración)”, continúa Platón.

Cómo tratar la hiperhidrosis facial, según los expertos

Sin embargo, para la cara no todos estos tratamientos son recomendables, como ocurre con el láser ‘Mira Dray’, que “no se suele usar para el rostro”, como destaca la doctora Cornejo y la iontoforesis, que es más propio en tratamientos de fisioterapia para la sudoración de las manos y los pies. “La iontoforesis involucra el uso de una corriente eléctrica suave para reducir la actividad de las glándulas sudoríparas. Como la piel de la cara es más sensible y este tipo de tratamientos están pensados solo para el cuerpo, no recomendaría para el rostro”, sugiere Shanti Chandiramani , directora de la clínica Anfis fisioterapia y diplomada en fisioterapia.

Según la dermatóloga Paloma Cornejo, hay varios modos de abordar el problema de la hiperdrosis facial. “El tratamiento varía entre tratamientos antiperspirantes tópicos, basados en bloquear, mediante cloruro de aluminio, la glándula sudorípara, y los anticolinérgicos tópicos, pero quebloquean la señal que manda el nervio a la glándula para sudar”, dice. Además, existen otros anticolinérgicos, que se consumen por por vía oral, pero “tienen más efectos secundarios, como la sequedad de la boca, especialmente, y se usan menos a nivel facial, aunque son efectivos en casos muy graves”, aclara la doctora de la Clínica Más que derma de Madrid.

“Otra opción es el uso de neuromoduladores”, apunta la doctora Karen Wejbe, especialista en Otorrinolaringología y Medicina estética en Clínica Edgar Quintero, Clínica Rementería y Clínica Eleca. Sobre el bótox en la cara, recalca que “se puede usar en la frente. Si se hace uso de neuromoduladores en el labio, una de las zonas en las que más sudan las personas con hiperdrosis facial, corre el riesgo de que no se pueda elevar el labio de una manera adecuada, no poder realizar el gesto de “morritos” e incluso sonreír”, justica la doctora Wejbe.

La alternativa más agresiva y radical y por la que habría que pasar por el quirófano es la simpatectomía transtorácica. “Es una cirugía que implica la interrupción o eliminación de una parte del nervio simpático, que es responsable de controlar la sudoración. Sin embargo, puede tener efectos secundarios muy severos, como que la hiperhidrosis se traslade a la espalda”, alarma la doctora Karen Wejbe, especialista en Otorrinolaringología y Medicina estética.

¿Pueden hacer algo los cosméticos?

Pueden ayudar, claro que sí. Pero, ojo, no busques milagros si la hiperdrosis facial es extrema. “Como en muchos casos esa sudoración se puede deber a un tema de desajuste hormonal, ya sea en personas muy jóvenes como en más adultas, con la llegada de la menopausia, los aceites esenciales pueden servir para regular a nivel hormonal”, apunta Bella Hurtado, directora dermocosmética de Aromatherapy Associates. Y nos habla de un producto en concreto: Support Equilibrium Bath And Shower Oil, de Aromatherapy Associates (62 € en El Corte Inglés), que contiene un 30% de aceites esenciales concentrados y que “te puedes aplicar por la noche o por el día, en el momento que mejor te convenga, para regular el sudor”, apunta. No hace falta aplicarlo en la cara porque los aceites esenciales tienen mucha rapidez en la penetración y, entre ocho y nueve segundos, ya ha penetrado en el torrente sanguíneo. “Al regular tus hormonas, vas a conseguir que sudes menos en todo tu cuerpo”, apostilla la experta en dermocosmética.

Luego, al estar tan ligado con el sistema nervioso y las emociones, es importante intentar llevar una vida calmada. “Pero como esto es más fácil decirlo que hacerlo, hay suplementos como la ashawanda (adaptógeno), que nos puede ayudar a bajar los niveles de cortisol producidos por el estrés, el cual puede favorecer la sudoración excesiva”, incluye Álvaro Platón.

Por su parte, la prescriptora de belleza Lourdes Moreno y la creadora de la marca de cosméticos LaLuz by Lourdes Moreno, recalca la importancia de las texturas: a más untuosidad, más sensación de sudor tendremos. “El truco que mejor veo que encaje para este problema es utilizar texturas cuanto más fluidas mejor. Evitar las cremas que son más oclusivas y hacer uso siempre de serums, tanto en verano como en la época menopáusica, por ejemplo, es decir, en momentos en los que tengas excesiva sudoración”, finaliza.