El mundo de la belleza está en constante evolución, y casi de un día para otro parece que surgen nuevos tratamientos y productos que reciben tan buenas críticas que hacen que nos preguntemos cómo hemos podido vivir tanto tiempo sin saber de su existencia. Uno de ellos es el bótox capilar, uno de los más populares y efectivos que se realizan actualmente en las peluquerías para mejorar la apariencia y salud del pelo.
Aunque su nombre haga pensar que haya pinchazos e inyecciones de por medio, nada más lejos de la realidad. Desde la plataforma Dosfarma nos cuentan que se trata de un tratamiento no invasivo que está compuesto por una combinación de diferentes principios activos ecológicos, como el ácido hialurónico, colágeno, proteínas y vitaminas, siendo un “potente concentrado que repara las fibras capilares quebradas o dañadas y cuya fórmula tiene la particularidad de restaurar el cabello de adentro hacia fuera, aumentando su densidad”. El resultado es una revitalización total del cabello desde el primer uso, especialmente si se trata de pelo fino.
Cuentan también que este cóctel vitamínico es muy adecuado especialmente para el pelo fino que tiende a ser más delicado y propenso a dañarse. “Rejuvenece el pelo debilitado y quebradizo aportando un extra inmediato de nutrición e hidratación, que dotan de gran brillo y suavidad a la melena. Como resultado, el bótox capilar permite recuperar la salud capilar, aunque no actúa sobre las puntas abiertas”, explican y añaden que otro de los beneficios del bótox capilar es su efecto alisador, “parecido a la queratina, aunque sin activos químicos que lo hacen menos agresivo. Asimismo, elimina el encrespamiento, reparando las puntas y fortaleciendo la fibra capilar”.
Otro de los puntos clave del bótox capilar en cabellos poco gruesos es que al ayudar a fortalecer su estructura se crea un efecto de mayor densidad y volumen, dotándolo de un aspecto más saludable y con más cuerpo. Además, es un gran aliado contra el encrespamiento, uno de los grandes enemigos del pelo fino, pues al suavizar y alisar la cutícula capilar, lo reduce notablemente, haciéndolo más manejable.
“Al tratarse de un tratamiento natural cualquier tipo de cabello puede beneficiarse del bótox capilar, aunque está especialmente indicado para cabellos teñidos, sensibilizados, finos y con tendencia a encresparse. Cabe destacar que es un tratamiento completamente personalizable, en función de las necesidades de cada melena”, concluyen los expertos de Dosfarma.
El proceso dura una hora. Se empieza con una limpieza con un champú especial que elimine todo tipo de residuos de las fibras capilares para que absorban mejor los componentes y tras secar el pelo se aplica el producto mechón por mechón en todo el cabello de manera uniforme. Después se deja actuar durante aproximadamente 30 minutos hasta que hayan penetrado todos los nutrientes y a continuación se vuelve a lavar el pelo. Para finalizar, tras el secado con secador se pasa la plancha mechón a mechón para sellar el producto.
Los resultados son visibles al momento y tienen una duración de dos a tres meses aproximadamente. Aunque la durabilidad del tratamiento dependerá de las características del pelo de cada persona. Un pelo que esté muy estropeado necesitará más sesiones, mientras que otros que no estén tan mal cuidados pueden utilizar el bótox como tratamiento complementario o de mantenimiento. Para mantener los beneficios de este bótox capilar, se recomienda repetir el tratamiento cada cierto tiempo, según las necesidades de cada una y el estado en el que se encuentre la melena.