De pasar casi desapercibido en el neceser, a tomar un lugar protagonista. Esto es lo que ha sucedido con el colorete, un producto destinado a poner color al rostro para darle un aspecto saludable. Este auge de colorear las mejillas ha dado lugar a que muchas marcas se suban a la ola y hayan lanzado todo tipo de formatos de colorete. Sin embargo, el resultado final no solo depende del producto, sino también de la forma de aplicación. Y, en este sentido también se han generado las tendencias más diversas: desde una fórmula para elevar el pómulo, hasta la técnica del 'sunset blush' para lograr una mejilla luminosa.
Y es que la realidad es que unos toques de este producto puede cambiar el 'beauty look' en segundos. Y no lo decimos nosotros, sino la mismísima Cindy Crawford, la supermodelo de los años 90, que ha trabajado con los maquilladores más prestigiosos de la industria a lo largo de su extensa carrera. Si le preguntáramos a alguno de estos expertos su respuesta sería clara y es que no hay una técnica concreta que funcione para todos. Todo depende de la forma del rostro, de la edad y, obviamente, del resultado que se quiera conseguir porque no es lo mismo un efecto aniñado con prominentes mejillas que un efecto lifting.
Por esto, la estrella de las pasarelas, renuncia a la forma de aplicación más en tendencia para recuperar una técnica de toda la vida, que a ella le resulta más útil. Según muestra en un vídeo que ha compartido en su cuenta de Instagram, ella es fiel a la forma más tradicional de aplicar el colorete y resulta realmente rejuvenecedora. Para conseguir este efecto buena cara, Cindy sonríe para levantar las mejillas y ahí es donde aplica el producto con una brocha compacta. Se trata de una fórmula que aprendió en los años 90 y sigue repitiendo hasta la actualidad. Tras depositar el producto, difumina para que el color se disperse por esa zona del rostro.
Cindy no se ha dejado seducir por las nuevas tendencias que invitan a poner el colorete de forma más diagonal para conseguir el resultado de un rostro más afilado, o aquellas que proponen llevarlo por el puente de la nariz para lograr un efecto besada por el sol.
Es difícil quedarse con un producto de toda la variedad que hay en el mercado, pero la modelo tiene su favorito. En el mismo clip explica que es fan del Cheek to chic de Charlotte Tilbury, que se puede comprar en Sephora por 43 euros. Se trata de un blush en polvo -una vez más opta por lo tradicional- con dos tonalidades, rosa y champán.
Esta mezcla es es el secreto de la marca para lograr un brillo notable pero no demasiado evidente, como si saliera del interior del propio rostro. Y es que, ambos tonos tienen motitas doradas luminosas, que te hacen lucir un aire saludable al instante. Además, la polvera es preciosa para llevar en el bolso y retocar el resultado.