Si algo tiene el verano, además de ser la época por excelencia del ‘piscineo’ y el ‘playeo’, es la búsqueda de un bronceado perfecto. Sin embargo, lograr ese tono dorado tan favorecedor no solo depende de la exposición al sol, sino también de una alimentación adecuada, y es que la nutrición desempeña un papel crucial en la salud de la piel y en cómo ésta reacciona al sol.
Pero a la hora de determinar cuáles son los alimentos que mejor efecto pueden hacer para lograr potenciar y alargar el bronceado, surgen las dudas. Por este motivo hemos consultado a una experta en el tema, la nutricionista Elena Gurucharri, de Apeteat, quien comparte con nosotros algunas de sus recomendaciones.
“Somos lo que comemos, e igual que cuando se busca mejorar nuestra salud y vitalidad a través de la dieta, con el bronceado sucede lo mismo. Es clave incluir en la dieta ciertos alimentos, que además resultan de lo más apetecibles en esta época del año como por ejemplo aquellos ricos en betacarotenos. Pues no solo ayuda a obtener un mejor bronceado, sino que también protege la piel del envejecimiento prematuro y de los daños solares”, cuenta.
Continúa diciendo que, “por ello recomiendo las zanahorias, ricas en betacaroteno, un precursor de la vitamina A que contribuye a la pigmentación de la piel. También aconsejo consumir tomates, que contienen licopeno, un antioxidante que puede ayudar a proteger la piel contra las quemaduras solares y promover un bronceado más uniforme. Además, cocinados, liberan más licopeno que en crudo”.
“También me gustan mucho las fresas, los arándanos y otras frutas rojas que son ricas en vitamina C y antioxidantes que ayudan a proteger la piel y a reparar el daño causado por el sol. También estimulan la producción de colágeno, lo que mantiene la piel firme y elástica”, apostilla y aclara que la vitamina C es fundamental para la producción de colágeno, lo cual es esencial para mantener la piel en buen estado y mejorar su apariencia al broncearse”. Según Gurucharri, tampoco habría que perder de vista la papaya -ya que es rica en betacaroteno y vitamina C-, la naranja y los pimientos rojos.
La nutricionista aboga también por jugar en nuestros platos con las espinacas y el kale, ricos en luteína y zeaxantina, antioxidantes que protegen la piel y los ojos del daño solar. Además, estas verduras de hoja verde aportan una gran cantidad de vitaminas esenciales para la salud de la piel.
“También convendría añadir nueces y semillas, como las almendras y las semillas de girasol ya que son una excelente fuente de vitamina E, un potente antioxidante que ayuda a proteger la piel del daño solar y a mantenerla hidratada”, añade.
Por último, no habría que olvidarse de los pescados grasos como el salmón, el atún y las sardinas, que son ricos en ácidos grasos omega-3, que ayudan a reducir la inflamación y a mantener la piel hidratada. “Además, el omega-3 puede ayudar a proteger la piel del daño solar”, concluye.
Además de incorporar estos alimentos a tu dieta, es importante seguir una serie de recomendaciones para asegurar un bronceado saludable como beber suficiente agua para mantener tu piel hidratada, usar siempre protector solar y evitar las horas de mayor intensidad solar, limitando la exposición directa al sol.