En muchas zonas del rural en España llegan muchos servicios en furgoneta. Viene el pescado algunos días, el pan por las mañanas, el supermercado de vez en cuando o a veces hasta incluso la biblioteca o el cajero del banco. Pero ¿podría ir allí donde lo necesitan también el salón para hacer las uñas? Eso es, justamente, lo que está ocurriendo en Almería, donde ahora las manicuras circulan sobre ruedas gracias al Salón Tamara Nails.
“La idea surgió hace un año”, explica al otro lado del teléfono su creadora, Tamara Fajardo Jiménez. Tras un problema médico grave tomó la decisión de hacer algo único. “Se me perforó el estómago y decidí hacer algo que no hiciese nadie”, apunta. Y ese algo fue montar una extensión de su salón de uñas —Fajardo Jiménez es una experta que hace diseños a mano alzada— pero sobre ruedas. Nadie lo estaba haciendo en España, indica, aunque puntualiza que sí hay algunos ejemplos ya en Estados Unidos. Allá se llaman nail trucks.
La reconversión de la furgoneta les llevó entre dos o tres meses. Aquí Fajardo Jiménez contaba con la ventaja de que el trabajo se hizo en casa, su marido fue quien fue implementando lo que ella diseñaba y necesitaba. “Se hizo, pero luego había que homologarlo”, apunta. La homologación es fundamental —como siempre se señala en la comunidad camper— para que este tipo de vehículos reinventados puedan circular por las carreteras. No fue del todo sencillo en el caso de esta caravana salón de uñas. “Se asustaban, porque nunca habían visto algo así”, reconoce con humor su creadora. La respuesta la encontraron en Alicante, donde al parecer están más acostumbrados a gestionar furgonetas reinventadas y donde se pudo hacer este papeleo.
Dar a conocer su salón de uñas sobre ruedas no fue difícil. El Salón Tamara Nails ya estaba en Instagram o en TikTok, donde comparte los diseños que va haciendo en su clientela y donde ya tenía una audiencia. Fueron esos seguidores los que fueron dando a conocer la idea de la furgo. Al fin y al cabo, una vez lista, solo quedaban echarse a la carretera, algo que lleva haciendo desde diciembre. Y es aquí donde esta furgoneta-salón de uñas suma otra pieza interesante a su historia.
Cuando se habla de la falta de servicios en la España rural, las peluquerías o los salones de estética no suelen aparecer en los artículos que hablan de estos temas. Y, sin embargo, la España rural también tiene falta de este tipo de servicios. Siempre se dice que cuando cierra el bar del pueblo es un golpe importante para su supervivencia, pero cabría preguntarse si no pasa algo parecido con sus peluquerías.
De media en España, algunos estudios señalan que quienes viven en las zonas rurales tienen que desplazarse 12,4 kilómetros para acceder a los llamados servicios de bienestar (frente a los 4,7 de quienes lo hacen en el rural italiano, por ejemplo). Esto lleva a que acabes necesitando un coche en la mayoría de las ocasiones, algo que no resulta accesible para todas las personas. Los servicios móviles —y existir ya existen peluquerías ambulantes en provincias como Teruel— cubren ese vacío.
Tamara Fajardo apunta que, efectivamente, su furgoneta lleva a zonas en las que también otros servicios, como el banco, llegan de forma móvil. Su salón circula por zonas rurales, por pueblos en los que no hay, confirma su responsable, otros lugares en los que poder hacerse las uñas. Ya tiene a sus clientas, “supercontentas” con el invento. Un invento que no solo es importante en términos estéticos. En zonas en las que hay una población de cierta edad se suma otra cuestión. Para algunas de sus clientas “es una necesidad”, que te corten las uñas y te mantengan bien los pies.
Aunque en algunos de los pueblos a los que lleva le dejan engancharse a la red eléctrica, la furgoneta de Fajardo es completamente independiente. “Llevo mis placas, no molesto a nadie”, resume. Gracias a unas placas solares y a unas baterías, la furgoneta consigue la electricidad que necesita para que funcionen los diferentes aparatos necesarios para hacer las uñas. La autocaravana salón de uñas no circula todos los días —Fajardo tiene un salón sin ruedas también—, pero en sus redes sociales y su web se puede encontrar cómo pedir cita.
La idea es sorprendente y por eso ha llamado la atención en internet. Curiosamente, este éxito viral que ha tenido su caravana le ha servido a su creadora para encontrar nuevas oportunidades. Cuenta que fue a través de esto como la conoció una productora musical para lanzar su primera canción. Pero volviendo a la idea de hacer las uñas sobre ruedas —y llegar a zonas donde no existen estos servicios—, Fajardo Jiménez señala que es una idea que funciona, una que bien podría ser emulada para llegar a muchas más espacios de la España rural con más salones de uñas.