Que Ana Milán cuenta con una legión de fans está requetedemostrado. Solo había que colarse en uno de esos directos de Instagram que nos salvaron el confinamiento a muchos para darse cuenta del poder de convocatoria que ha logrado la actriz desde que explotó ese contacto directo con su audiencia. Quizá por eso estaban algo preocupados por su silencio en redes. ¿En qué andaba la intérprete para no nutrir de contenido sus stories? Pues misterio resuelto. @byanamilan ha decidido someterse a un cambio radical, con todo lo que implica la palabra, y abandonar su icónica melena morena.
No se trata de un corte de pelo, sino de un cambio de tonalidad extremo que ha hecho que la alicantina pase a ser rubia. "Sí, me he atrevido, y qué pasa", ha confirmado con desparpajo en unas historias en las que ha mostrado su gran cambio. "Flipaís, ¿no? A mí me encanta. No os había abandonado, me estaba poniendo rubia", se ha justificado.
Esta transformación capilar se debe a una colaboración de Ana Milán con una conocida marca de productos para el cabello que le han demostrado que el rubio dorado (también) le sienta bien. Y a ella le "chifla". "De haber sabido que era tan fácil lo hubiera hecho antes. Pero sobre todo quiero agradecer a todo el equipo que forma Garnier su manera de hacer las cosas. Sois maravillosos tanto el trato personal como en el profesional. A partir de hoy soy #RubiadeOlia y no puedo estar más feliz", ha manifestado con satisfacción.
El veredicto a este nuevo color de pelo lo encontramos en los comentarios a su último post. Carlos Saiz, Daniela Santiago o Alberto Velasco son algunos de los rostros conocidos que se han sumado a los miles de usuarios anónimos con una frase que se repite: "No puedes estar más bella". ¿Y a ti, te gusta la nueva versión de Ana Milán?
Y ahora que unimos términos como 'pelo' y 'Ana Milán', es casi obligatorio recordar un momento icónico de la pequeña pantalla protagonizado, obviamente, por ella. 'Yo soy Bea', nuestra Bea, ese serión que media España vio en Telecinco y que tuvo una segunda y muy exitosa vida en Divinity, contaba con dos personajes, Sonsoles Prieto y Sandra de la Vega, que fueron interpretados por la misma actriz. Y sí, era Ana Milán.
Solo los auténticos #feogrammers recordarán ese lío de identidades que supuso que una misma persona fuese la directora y la limpiadora de Bulevar 21. Al igual que no habrán olvidado este MOMENTAZO en el que, de alguna manera, también vivimos un cambio de look radical de Ana Milán.