Hace unos días, a Beatriz Rico le tocó experimentar lo "doloroso" de ser víctima de un linchamiento. Su aparición en un programa de televisión provocó que Twitter se llenase de comentarios hechos "con saña" que hacían referencia a un supuesto cambio físico que la actriz sigue sin entender. "Qué se ha hecho en la cara" o "No me parece ella" son los ejemplos más suaves de lo que le tocó leer según introdujo su nombre en el buscador de esta red social.
A través de dos fotos, una de 2019 y otra de 2021, demostró que tanta opinión tenía poco fundamento. Pero fue más allá. Además de manifestar que ella se ve "igual" por mucho que se mire, contó que hace muchos años se retocó la cara de una forma "tan sutil y bien hecha" que nadie se enteró. "Esta vez metisteis la pata, porque ni me operé la cara, ni me inyecté mierdas, ni nada parecido", dejaba claro, asegurando que a todos esos haters que la habían humillado públicamente se les debería "caer la cara de vergüenza" por sus actos.
Una semana después de aquello, Rico ve esta polémica con distancia. Su entorno le recomendó que no hiciese "ni caso" a esas críticas frívolas y destructivas. No siguió sus consejos y respondió, pero esto tenía una explicación. Según su forma de verlo, que le digan "que te parezco fea, alta, bajita, preciosa, gorda o flaca" es una opinión que va más ligada a la mala educación. Sin embargo, que se insinúe que se ha "destrozado la cara con la cirugía estética" es "un bulo" que no va a consentir.
"Yo soy actriz y trabajo con la expresividad de mi cara, y eso que dices me perjudica y me hace daño", ha justificado, asegurando que "lo que no es verdad" no puede ser tratado como "libertad de expresión", sino que más bien "podría entrar en la categoría de vulneración del honor porque lo estás diciendo en redes sociales, no merendando con tu familia".
Más allá de esta profunda reflexión sobre lo que implica enfrentarse a los haters, la actriz Beatriz Rico está pasando por una etapa de empoderamiento que coincide con su 51º cumpleaños. Así nos lo ha hecho saber a través de su último post de Instagram, donde asegura estar "hecha una chavala", celebra lo plena que le hace sentir estar en forma y reniega del estereotipo de "deprimida, agobiada y hasta enfadada" en el que se encasilla a muchas mujeres cuando alcanzan su edad.
Junto a ella está su hijo Marco, que este verano cumplió 20 años a su lado. Durante un tiempo, tal y como ha asumido la intérprete en esta aplaudida publicación, ser 'el hijo de Beatriz Rico' le hizo pasar alguna que otra fatiga.
"Cuando recogía a mi hijo del cole me decía: 'mamá, no te pongas gorritos cuando vengas. Ninguna madre se pone gorritos'. Y mis nietos me dirán: 'abuela, no vengas a recogernos en pantalón corto, que nos da vergüenza", ha asumido. Pero es lo que tiene criarse con una "mujer de fuerte personalidad", como se ha definido con orgullo. Les hará caso, sí, igual que hizo caso a su hijo, pero esa felicidad que le proporciona ser 'tan suya' no se la quitará nadie.