Tiene tan solo 25 años, pero Bella Hadid lleva sufriendo trastornos mentales y alimenticios desde que es adolescente. La modelo internacional y hermana de Gigi Hadid ha concedido una entrevista a la revista Vogue en la que aclara cuál es el único retoque estético que tiene en su cuerpo, pese a que algunos se emepeñen en asegurar que son muchos más.
A los 14 años, y bajo la presión que sintió por los comentarios de la gente, Bella Hadid se metió en quirófano para realizarse una rinoplastia, algo de lo que actualmente se arrepiente. "Ojalá hubiera conservado la nariz que tenía antes. Creo que habría crecido con ella. La gente cree que me he operado toda la cara por una foto mía de adolescente en la que me veía hinchada. Estoy segura de que no tienes el mismo aspecto ahora que a los 13 años, ¿verdad?", ha dicho en el medio citado anteriormente.
La modelo internacional ha querido dejar claro que nunca ha utilizado relleno y que la única operación estética que se ha realizado es la de su nariz. "No tengo ningún problema en admitirlo, pero el relleno no es para mí. Quien piense que me he levantado los ojos o como se llame... ¡Es cinta adhesiva para la cara! Es el truco más viejo del mundo", ha aclarado públicamente.
Desde que empezó en la industria de la moda, Bella se ha sentido "incomprendida" por la gente que le rodea. "He tenido el síndrome del impostor en el que la gente me hacía sentir que no me merecía nada de lo que tenía", ha dicho a sus 25 años. La hermana de Gigi se sentía "la más fea" porque era morena y no era "tan sorprendente ni tan extrovertida" como su hermana. "Eso es lo que la gente decía de mí. Y, por desgracia, cuando te dicen las cosas tantas veces, te lo acabas creyendo", reconoce.
La modelo internacional ha confesado que tuvo que aprender a ser "buena actriz" para camuflar sus miedos e inseguridades. Además, hace unos meses, Bella también contó que lloraba cada noche por sus problemas de salud mental como ansiedad, depresión y problemas con su imagen. "Puede que vuelva a empezar pero, en mi caso, me ha venido bien saber que, aunque sean unos días, semanas o meses, todo va a mejor. Me llevó mucho tiempo darme cuenta de eso, pero he tenido suficientes ataques y crisis como para saber esto: Si te esfuerzas lo suficiente en ti mismo, pasando tiempo a solas para comprender tus traumas, desencadenantes, alegrías y rutinas, lo conseguirás. Siempre podrás comprender o aprender más sobre tu propio dolor y cómo manejarlo", reflexionó en aquel momento.