Cortarse el flequillo es como dar un salto al vacío pero es tendencia y eso ha hecho que muchas olviden todos los contras que tiene el llevar flequillo. Una de ellos, es, claramente, la de su mantenimiento. Y es que si algo tiene el flequillo es que crece rápido y enseguida se necesita un retoque, lo que supone acudir a la peluquería cada poquísimo tiempo. Algo que no acaba bien porque nos puede la pereza y, a pesar de que en muchas hacen el favor de recortarlo gratis, en otras supone pagar un nuevo corte de pelo, aunque ya aprovechemos para cortarnos las puntas y tengamos el pelo más sano que nunca.
Pero que el flequillo crezca no tiene por qué ser necesariamente un punto en contra de cortarse el flequillo y es que otra opción es cortarlo tú misma en casa. Y es más sencillo de lo que parece. Eso sí, no todos los flequillos se cortan igual y hay que tener en cuenta su forma, para no hacer un estropicio que tendrá muy mala solución. Pero tranquila porque tenemos las claves para hacerlo bien, como si fueras una experta, y sin que cortarlo tú misma suponga una catástrofe. Coge las tijeras y toma nota de cómo cortar el flequillo sea cual sea el tuyo, ya sea para mantenerlo o cortarlo de cero. ¿Una máxima independientemente del estilo? No tengas miedo, decisión.
El flequillo recto es uno de los más sencillos de cortar ene casa, de hecho, es el básico y el que más hemos cortado nosotras mismas. Lo primero que debemos hacer es peinar bien el flequillo y alisarlo, si es necesario, para que quede exactamente como solemos llevarlo. Una vez bien colocado, corta lo sobrante con la tijera trazando una línea recta. Si tienes buen pulso y eres mañosa, simplemente sigue la línea o, una vez llegues a las cejas ayúdate de ellas para cortar. Sino, toma un peine pequeño y sin presionar hacia la frente, marca la línea y guíate con él. Es fundamental cortar el flequillo en seco para que después no se encoja cuando se seque y tampoco aplastar con la mano hacia abajo pues subirá después y será muy fácil habernos pasado.
Si aún no lo tienes cortado, haz un triángulo desde un poco menos de la mitad de la cabeza, recoge el resto de la melena en una coleta para que no te moleste. Después, coge el pelo que ha resultado de ese triángulo, retuércelo suavemente y corta. A continuación estira ligeramente con los dedos y corta el pelo por encima de los ojos, de tal forma que sea mucho más fácil después cortar una línea recta cerca de las cejas y siguiendo su trazo o cortando más con ayuda del peine.
El flequillo abierto es uno de los que más se ha puesto de moda en el último tiempo, y aunque parezca elaborado y que se necesita mucha maña para cortarlo, no es tan complicado si se siguen los pasos poco a poco. Pero mucho menos complicado es cortarlo una vez ya lo hemos hecho, es decir, que no hay que cortarlo de cero. Hay varias opciones para cortarlo. La primera de ellas, volviendo hacer las mediciones que hicimos en un primer momento para cortarlo la primera vez. En este caso solo habrá que separar el flequillo marcando su forma de triángulo. Para cortar los mechones laterales, llevamos el flequillo de un lado al otro como si fuera ladeado. Necesitaremos una horquilla para reservar los mechones. De esta forma, después de calcular el largo, separaremos los mechones del centro con la horquilla. Esta parte se cortará retorciéndola y después en horizontal para despuntar en vertical. Después volvemos a hacer lo mismo con una parte más pequeña del centro.
La otra opción es, separando también el flequillo del resto del pelo, ir recortando proporcionalmente lo que sobra de cada parte del flequillo para conseguir la medida deseada. Eso sí, en los lados del flequillo recuerda recortar más vertical en lugar de horizontal.
Una variante del flequillo abierto es el flequillo desfilado. Este no es tan denso como el flequillo abierto y termina despuntado. Se requiere menos cantidad de pelo. Si lo que queremos es retocarlo, será igual que el flequillo abierto. Recortaremos el sobrante de los mechones de la misma forma que lo haríamos con el abierto y la parte central, como debe ser más corta que la del flequillo abierto, como si fuera la del flequillo recto justo por las cejas. Para que dé sensación aún dude más fino, despúntalo de forma vertical con la punta de la tijera, más fácil, o con una navaja si tienes destreza.
Si todavía no tienes ese flequillo y quieres hacerte con uno, separa el pelo en un triángulo en la parte delantera, desde un poco menos de la mitad de la cabeza, como el flequillo recto. Haz esto varias veces hasta que consigas que el largo esté un poco por debajo de los ojos. Pero antes de llegar a este punto, sujétalo con una horquilla o pinza plana tanto horizontal en las puntas como verticalmente para despuntarlo en cada lateral, pero solo en la parte de abajo de la parte retorcida. Después peina y despunta con la tijera, al igual que en el flequillo abierto. Este flequillo se recomienda hacerlo mojado por lo que debemos tener más cuidado, además, ten en cuenta que tiene que ser más corto que el abierto.
El flequillo largo es ese que se conoce como el ladeado o el que aparece cuando dibujamos la raya al lado. Este es el más sencillo de retocar: solo habrá que seguir las puntas del flequillo eliminando el sobrante. Divídelo con un peine para que te sea más fácil seguir la línea.
Para hacerlo, vuelve a dividir el pelo en un triángulo, pero esta vez desde más atrás, humedécelo un poco y llévalo hacia el lateral en el que más te favorezca. Anúdalo con una goma fina e invisible y corta a la altura del pómulo, después peina hacia abajo. Si lo quieres más corto, para llevarlo como recto pero de lado, corta aún más hasta la altura del ojo.
Por el contrario, si quieres llevar la raya en medio, en lugar de llevarlo al lado, cuando tengas el triángulo central enróscalo a lo largo y córtalo a la altura del labio superior, sécalo y listo.