Martina Klein es uno de los rostros más bellos de nuestro país. La modelo y la presentadora argentina llegó a España, más concretamente a Barcelona, con 16 años, cuando comenzó a hacer sus primeros pinitos en el mundo de la moda, donde no tardó en triunfar.
Desfiló para las pasarelas más prestigiosas como Milán, Nueva York, París o Londres. También, estuvo presente en la Cibeles o en Gaudí. Es por eso que su trabajo siempre ha hecho que sea una persona muy camaleónica y a la que no le ha importado cambiar de look.
Si echamos la vista atrás podemos observar como, en sus primeras apariciones en televisión, llevaba un pelo más corto. Este se llevaba capeado con un tono oscuro y con unas mechas más rubias. También, cuando decidió dejárselo un poco más largo comenzó a desfilárselo para darle un toque más informal y desenfadado. Con ese peinado se subió a una infinidad de pasarelas.
A partir de ese momento, Martina comenzó a dejarse el pelo más largo y durante unos años decidió no hacer uso de las tijeras. Así, lució una melena larga y con diversos puntos de luz gracias a unas mechas rubias y a un pelo rubio ceniza. Además, en numerosas ocasiones lucía unas ondas al agua poco definidas.
En el año 2018, la modelo decidió cortar por lo sano y se dejó el pelo muy, muy corto. Así, decidió hacerse un cambio radical de su imagen que compartió a través de su perfil de Instagram. Para verlo en movimiento se esperó hasta la Gala People In Red. Ahí tuvo su momento para lucir su nuevo corte bob, peinado con raya lateral y con unos bonitos labios rojos.
El corte era un demi bob, más desconectado en el frontal y con un acabado texturizado. Para el color, Martina eligió unas balayage, como lleva haciendo muchos años, en un tono vainilla y con unas baby lights más difuminadas.