Han pasado algo más de 2 meses desde que Elena Tablada diera a luz junto al empresario Javier Ungría a su segunda hija, Camila. “Cam, te presento a tu papá, te llevaste al mejor”, le escribía a su hija en su primera fotografía junto a él. La diseñadora se ha sincerado desde el primer momento sobre sus experiencias como madre y ha hablado sobre la dificultad de recuperar la figura y el peso que tenía antes. “¡Los años no pasan en balde!”, aseguraba Elena Tablada hablando sobre el tema en una exclusiva para la revista ¡Hola! Ahora, más de 60 días después, la modelo ha vuelto a ponerse encima de la báscula y ha comentado a sus seguidores cuánto le falta para volver a estar en su peso ideal.
“10 semanas después, me sobran 9 kilos aún”, contaba Elena. En la fotografía, la báscula ha señalado que Tablada pesa casi 62 kilos, por lo que la ex de Bisbal habría puesto como meta final llegar a los 53. “Maldito confinamiento y chef en casa”, añadía en la imagen, señalando a Javier Ungría como posible culpable, ya que durante este confinamiento ha preparado ricos platos en casa.
La madre de Ella Bisbal ha enseñado desde el nacimiento de Camila todas las secuelas que ha dejado en su cuerpo el embarazo. Tan solo 10 días después dar a luz, Tablada enseñaba a sus seguidores su tripa postparto y bromeaba con ella. “Creo que se me quedó otro bebé dentro”, comentaba a sus seguidores. “Piernas amoratadas de la heparina, puntos de la cesárea, ojeras infinitas, pechos doloridos… pero más afortunada y feliz, imposible”, aseguraba, argumentando que todo esto era consecuencia de “la magia de dar vida”.
Un mes y medio después de hacer estas declaraciones, Elena volvía a sincerarse en sus redes sociales sobre cómo iba evolucionando esta recuperación física: “Ponerme en talla se está haciendo más difícil de lo que pensaba. No me voy a obsesionar, pero tampoco me quiero relajar”, explicaba en su Instagram, donde enseñaba a través de una fotografía cómo estaba llevando a cabo un “tratamiento de algas para la retención de líquidos y acumulación de grasa”.
Su exceso de peso no ha sido la única señal que ha querido eliminar después de tener a su hija Camila, también mostraba en sus redes sociales cómo estaba intentando tapar la cicatriz de la cesárea a través de un tratamiento que estaba dividido en tres procesos. En primer lugar “evitar adherencias con los planos musculares, después “eliminarlas si ya se hubieran producido y asegurar que la musculatura abdominal se desarrolla correctamente” y, por último, “drenar hematomas y reducir la inflamación”.
A pesar de todas estas marcas corporales, Elena se encuentra encantada con la familia que ha formado. La llegada de su primera hija en común con Javier Ungría se produjo días antes de su cuarto aniversario. “Justo cuatro años después de comenzar nuestra aventura llegamos a casa con un paquete que hemos creado tú y yo”, escribía en sus redes sociales, en las mismas que reflejaba su bienestar días después de ver su rostro por primera vez. “No puedo ser más feliz ni bendecida. Mi hija es tal como la soñé, pedí y recé”.
Ella Bisbal también regresaba a casa de su madre para conocer a su nueva hermana y protagonizar uno de los primeros momentos familiares más bonitos junto a ella. La diseñadora compartía un vídeo en la que aparecía la hija de David Bisbal acunando a su hermana en brazos. “Mi corazón dio un vuelco”, aseguraba Tablada.