Si lo que estamos buscando es realzar y dar volumen a nuestras pestañas sin hacer uso de una máscara de pestañas, pero no queremos que se nos dañen en exceso, la solución será hacerse un lifting de pestañas. Además de proteger los ojos de bacterias y otras complicaciones, las pestañas proporcionan una sensación de profundidad con tan solo maquillarlas. Pero ese paso, en muchas ocasiones, puede suponer algo pesado y complicado. Por ello, para lucir unas pestañas de infarto durante semanas, la mejor opción será someterse a un lifting.
Se trata de un tratamiento muy parecido a la permanente de pestañas, con la diferencia de que el lifting moldea el pelo de la raíz, mientras que la permanente se consigue rizar el pelo con un mini rulo. Por ello, esta última técnica, solo será recomendada para aquellas personas que tengan unas pestañas muy largas. Otro punto de diferencia es que, con respecto a la permanente, se podrá realizar como máximo dos o tres veces al año, mientras que el lifting se podrá hacer cada uno o dos meses. Además, no correrás el riesgo de que se estropeen tus pestañas naturales.
Existen distintos tipos de lifting de pestañas, el tradicional y otros formatos que incluyen queratina y otros productos para mejorar el cuidado y el acabado. Para realizarlo, tendrás que acudir a un centro de belleza especializado. Allí, quitarán todos los restos de maquillaje que queden en tus ojos, con una espuma libre de aceites. Este paso será importante ya que será crucial dejar las pestañas sin ningún resto de suciedad o maquillaje. Luego, colocarán un parche de colágeno a ras de las pestañas inferiores, en la zona de las ojeras. Así, se aislarán las pestañas inferiores y te proporcionará una sensación refrescante.
Habrá que peinar las pestañas con un cepillo especial. Por último, se seleccionará un molde de silicona adecuada al ojo. Cuando estos primeros pasos ya están listos, pasaremos a la acción. Lo primero que habrá que hacer será hacer uso del pegamento, que se aplicará con su propio aplicador o con un microcepillo o bastoncillo. Luego, se coloca el molde sobre el párpado superior de manera que el borde del mismo coincida con el comienzo de la raíz de la pestaña. También, se extenderá el pegamento sobre la parte anterior del molde. Si queremos un resultado más espectacular habrá que dejar rectas y uniformes las pestañas.
El siguiente paso será el llamado perming. Este abrirá el poro para que el producto actúe desde dentro. También, se aplica con un bastoncillo en la zona central de las pestañas y no debe tocar la raíz ni la punta de las pestañas, por lo que habrá que hacer un movimiento ascendente. Luego, se dejará actuar; el tiempo dependerá de las pestañas de cada persona. Cuando ya se haya fijado el producto, se aplicará otro para dar al pelo la forma del molde y cerrar el poro. Además, no se deberá tocar la raíz ni la punta. Después de retirar este último producto, se procederá a aplicar el tinte de pestañas durante cinco minutos.
El último pasó será aplicar un sérum hidratante para limpiar los restos del pegamento, nutrir las pestañas y despegarlas del molde. Es importante recordar que no habrá que utilizar agua para la retirada de los productos ya que le resta eficacia a los componentes del tratamiento. Por último, lo mejor será usar un boost de queratina para darle un gran toque final y mantener la calidad de lo realizado.
Después de comprender cómo se hace, tenemos que mencionar la cantidad de beneficios que tiene el lifting de pestañas. Gracias a este tratamiento estético, las pestañas se verán más largas y curvadas, de una manera natural. Además, lo hace con nuestro propio pelo, no como en las extensiones de pestañas, que acaban cayéndose y dañando el folículo del pelo. Tampoco el precio del lifting es muy elevado y oscila entre los 35 y 60 euros. Además, en la mayoría de casos suele incluir el tinte de pestañas. También, podrá estar incluida la queratina en el tratamiento. Aunque estos extremos tendrán que ser confirmados por el centro.
Además, no necesita rellenos ni mantenimientos y se mantendrán las pestañas intactas durante al menos 90 días, sin necesidad de tratamientos adicionales. Por tanto, el lifting será una buena opción si lo que buscas es tener unas pestañas más largas y marcadas durante, por ejemplo, el verano. Se mantienen intactas a pesar del agua del mar o de la piscina. La principal diferencia con las extensiones de pestañas será la naturalidad. Es decir, el lifting provocará un resultado mucho más sencillo, sutil y discreto.