Los productos de maquillaje son esos pequeños tesoros que parecen reproducirse sin control en nuestro baño y que tienen una predisposición innata a acabar acumulándose de cualquier manera en un cajón. Y si no es un cajón es un armario o un rincón de tu dormitorio. Cuando el caos se apodera de tu maquillaje no puedes saber bien lo que tienes, por lo tanto no le sacas todo el partido posible, además de alimentar el desorden el casa, algo que siempre debemos procurar de evitar.
Ha llegado el momento de cuidar de tus productos de maquillaje como una auténtica profesional y de hacerlo de la mejor manera posible. Y vamos a ayudarte a conseguirlo con estas propuestas tan atractivas como eficaces, que te permitirán encontrar el lapiz de labios que necesitas en cada momento sin tener que rebuscar y perder el tiempo.
Ordenar el maquillaje es una mezcla entre ordenar un armario y la nevera. Tienes que deshacerte de todo aquello que sepas que no vas a utilizar, bien porque se trata de algún producto que no funciona como tú esperabas, bien porque sea un producto que haya caducado. Sí, el maquillaje caduca como los yogures. Y cuando esto ocurre pierden calidad y pueden llegar a resultar algo agresivos para tu piel. Por eso es importante que cuando te encuentres con esos tarros de maquillaje que compraste hace más de dos años, no te lo pienses ni un segundo y les digas adiós. Aquellos productos que no recuerdas cuándo usaste por última vez o que usas con desgana sabiendo que no los vas a volver a comprar también pueden desaparecer.
Una vez hecha la limpieza es el momento de clasificar. Agrupa los productos por bases de maquillaje, polvos compactos, paletas de sombra, labiales… haz lo mismo con las brochas y pinceles. De esta manera te será más fácil y efectivo organizarlo todo. Solo si sabes lo que tienes realmente puedes comenzar a pensar en su distribución dentro del baño.
Ordenar en vertical, sobre el lavabo por ejemplo, es una de las formas más eficaces de aprovechar al máximo el espacio del que dispones. Puedes hacerlo con organizadores que estén diseñados con esa intención o con pequeñas cajoneras que sean apilables unas encima de otras. A la hora de distribuir el maquillaje, puedes dejar en el de más arriba tus productos de uso diario, y ocupar los otros con el resto de productos divididos en sus diferentes categorías, para facilitarte la búsqueda y el uso.
Si prefieres tener el baño despejado y mantener el maquillaje fuera de la vista puedes tenerlo guardado en un cajón, no hay problema, pero no puede ser de cualquier manera. Si después de hacer limpieza y clasificar tu maquillaje intentas mantener el orden en un cajón, seguramente hayas hecho un esfuerzo para nada. Sí a los cajones, pero convertidos en auténticos organizadores de maquillaje gracias a separadores, cajas específicas, etc. Hacerlo así merece la pena.
Puedes elegir tu organizador de maquillaje en el material que prefieras (bambú, madera, plástico…), pero los de plástico acrílico transparente son nuestra recomendación por una sencilla razón: te permiten ver de un solo vistazo qué tienes y así puedes encontrar con rapidez aquello que necesites en cada momento. Si además tienes las cajas organizadas por categorías la búsqueda se agiliza aún más.
Tener las brochas organizadas de manera apartada del resto del maquillaje es una buena idea siempre por una cuestión de higiene. Piensa que habitualmente los productos de maquillaje están cerrados y es difícil que se mezclen y ensucien con el resto de productos. Pero las brochas suelen estar desprovistas de protección y pueden entrar en contacto con más facilidad con todo tipo de restos y mancharse. Si las tienes a mano en un vaso, ya sea comprado con ese fin o en uno reciclado, te resultará muy cómodo utilizarlas y permanecerán limpias durante más tiempo. También son un buen sitio para guardar pinceles, el rizador de pestañas y otros accesorios de belleza.
Una pequeña bandeja, donde todo quede recogido y a la vista, es ideal para tener siempre a mano los productos de maquillaje de uso diario. No tiene porqué ser muy grande, y siempre ayudará a que todo esté mas organizado. También puedes usar la bandeja para, por ejemplo, tener disponibles tus perfumes, las cremas faciales y productos desmaquillantes, etc.
Un neceser en el que guardes los productos más básicos y de uso habitual es una opción tan clásica como válida. Si sabes cuál es tu neceser imprescindible siempre podrás cogerlo para ir de viaje o para llevártelo al trabajo sin tener que invertir tiempo en prepararlo. Y si esta es tu forma preferida de almacenaje, puedes tener uno para los esmaltes de uñas,otro para los labiales, etc.