El rubio platino vuelve a ser una tendencia este otoño. Y si no que se lo digan a la Ana de Armas de ‘Blonde’, la historia escrita por Joyce Carol Oates que ha convertido en película Andrew Dominik en la que la actriz da vida a Marilyn Monroe, y que podría llevarla directa a la candidatura a los Oscar.
El platino es uno de los tonos de rubio más difíciles de mantener, tanto porque la decoloración castiga el cabello en exceso, como porque cualquier rubio aplicado en mujeres de pelo castaño o moreno tiende a tomar una tonalidad anaranjada poco favorecedora.
Para neutralizar este cambio de color que experimenta el cabello existen dos recursos: ir de nuevo a la peluquería para que lo maticen o probar a arreglarlo por ti misma. Si te decides por el segundo sistema, te contamos cómo mantener a raya el color en casa.
Antes de entrar en los métodos que existen para corregir o matizar los naranjas que aparecen en los cabellos teñidos, es importante conocer cómo funciona el círculo cromático y en concreto, qué colores neutralizan a qué otros. Para solucionar el problema de los rubios basta buscar el color opuesto en el círculo cromático, que será el que consiga neutralizarlo: si el color ha derivado a naranja habrá que contrarrestar con el azul, si han aparecido tonos amarillos será necesario usar el violeta y si han virado a rojo, el color que necesitas es el verde.
El primer sistema, el más sencillo, es el de utilizar un champú azul o morado, según necesites matizar las mechas anaranjadas o amarillentas. Se trata de un viejo truco muy efectivo que matiza los reflejos contrarios. Se utilizan tanto en cabellos teñidos como decolorados o canosos, pero los expertos recomiendan su uso de manera ocasional, una vez a la semana o cada diez días, porque reseca el pelo. Además, habrá que respetar los tiempos de exposición recomendados por cada fabricante para obtener resultados óptimos. Se recomienda aplicarlo con guantes, o lavarse las manos inmediatamente después si no se utilizan, y a continuación usar una mascarilla hidratante para que la fibra no se rompa.
Aunque lo ideal cuando hablamos de tintes es recurrir a profesionales, hay quien se atreve a hacerlo en casa aun a riesgo de no obtener el resultado deseado. Si estás completamente decidida a hacerlo, puedes optar por matizar con un baño de color o por un tinte permanente.
Baño de color
Para matizar las mechas anaranjadas cuando el champú no es una solución, puedes probar a hacerte un baño de color (tinte tono sobre tono), que no te dañará el cabello al no contener amoniaco. Es un tipo de tinte que se va con los lavados, pero es una solución segura para realizar en casa. Hay que tener en cuenta que con este método no vas a conseguir aclarar, pero sí te vale para oscurecer, es decir, no servirá de nada aplicar un color rubio claro para tapar el naranja, pero sí puedes optar por un rubio oscuro. A la hora de elegir el tinte es importante conocer a qué colores corresponden las numeraciones y aquí hay que diferenciar entre altura de tono, reflejo e intensidad.ç
La altura de tono es el color base y se corresponde con el primer número que aparece en la carta de color. La numeración comienza en el 1 con el negro y termina en el 10 con el rubio extra claro. Entre el 1 y el 10, la escala comprende castaños y rubios oscuros, medios y claros. La altura de tono puede ser natural, compuesta por un solo número, o con reflejos, en cuyo caso irá acompañada de otra numeración separad por un punto o un guion.
El reflejo, el primer número que va separado de la altura de tono mediante un punto o un guion, indica los matices que incorpora el tono base y cuya escala es fundamental conocer porque del reflejo que incorpore el tinte dependerá en gran medida el resultado final. La escala numérica se traduce así:
1.Azul: reflejos grisáceos con un matiz gris azulado para evitar que aparezcan tonos anaranjados.
2.Nacarado: reflejos violetas perlados o irisados que controlan los tonos rubios, evitando los amarillos muy intensos.
3.Amarillo: reflejos dorados con matices amarillos y naranjas.
4.Naranja: reflejos cobrizos intensos con matices naranjas y rojos
5.Caoba: reflejos con matices rojos y morados
6.Rojo: reflejos de tono rojo intenso
7.Violeta: reflejos morados que matiza los amarillos
En cuanto a la intensidad del matiz, viene señalado por el segundo número que aparezca a su derecha, pero hay que tener en cuenta dos cosas: si el número es el mismo que el del matiz, significa que será un matiz intenso, si por el contrario es un número diferente, significa que está matizado por dos colores, en el que predomina el primero.
Tinte permanente
La tercera opción es un tinte permanente, sistema poco aconsejable si no eres profesional. Si no siéndolo te vas a atrever a hacerlo, recuerda elegir bien la altura del tono, que debe ser el que lleves de base, y opta por matizadores con reflejos azules.ç