El brillo que le dan a nuestro pelo las mechas adecuadas es incuestionable. Y con la llegada de la primavera es el momento de elegir la técnica de tendencia que queremos para nuestro cabello. Esta temporada los profesionales hablan del triunfo de la naturalidad en lo que a mechas se refiere.
Las más demandadas son aquellas que dan luminosidad al rostro y tienen un efecto rejuvenecedor. De ahí que las babylights se encuentren de nuevo entre las favoritas, o que las balayage evolucionen hacia una acabado menos marcado. Sea cual sea tu tipo de cabello, no te pierdas las mechas de tendencia esta primavera que querrás pedir en tu salón de peluquería.
Estas mechas están arrasando este año por su capacidad para iluminar el rostro al momento y ayudarnos a ofrecer una imagen rejuvenecida. Para conseguirlas, se utiliza la técnica de barrido en todo el cabello, que hace que el efecto conseguido sea muy natural. Pero la clave está en los mechones delanteros, los que enmarcan el rostro, que son más claros que el resto del pelo. Así se crea un contraste que, además de dar luz, aporta volumen y movimiento a todo el pelo. Aunque en principio el tono utilizado es un rubio dorado, lo cierto es que se trata de una técnica que se adapta a todo tipo de tonalidades de cabello.
Como te decíamos, la búsqueda de la naturalidad define el tipo de mechas que más se llevan esta temporada, por lo que es lógico que las babylights se encuentren entre las más solicitadas. Como ya sabrás, estas mechas buscan conseguir unos reflejos tan bonitos y sutiles como el de la melena de un bebé. Para ello, se aclaran mechones muy finos de cabello, jugando con dos o tres tonos que se entremezclan para conseguir un acabado natural. Al recordar a la infancia, el efecto anti aging.
Estas mechas son tendencia por su capacidad para aclarar la melena con un resultado de lo más natural, dejando la raíz más oscura que el resto del cabello y aclarando ligeramente de medios a puntas. Una de sus ventajas es que son ideales para las melenas oscuras, no solo para las rubias, ya que se aclara partiendo del color base, sea cual sea. El efecto es muy bonito y las mechas son casi imperceptibles, además de que, al dejar la base más oscura, casi no necesitan mantenimiento.
Las balayage se reinventan y se hacen más sutiles para conseguir un acabado tan natural como luminoso. El contraste entre las raíces y las puntas ya no es tan evidente como en años anteriores, y el color natural se aclara solo uno o dos tonos. A diferencia de las balayage clásicas, que comenzaban aplicarse en la mitad del cabello, las tweed balayage comienzan a trabajarse a unos pocos centímetros de la raíz. Eso sí, el “efecto raíz” se consigue antes, por lo que requieren algo más de mantenimiento.
Sin duda estas son las mechas más solicitadas por quienes tienen el cabello oscuro. Los castaños consiguen con esta técnica verse más vivos que nunca y llenos de luz, evitando que la melena tenga un efecto plano. Se trata de unas mechas que mezclan tonalidades rubias y castañas, para conseguir un acabado miel o caramelo que dulcifica muchísimo los rasgos faciales.