Los filtros, ese gran descubrimiento del siglo XXI. Ya es inimaginable pensar en un Instagram sin ellos. Es difícil toparse con un story en el que estemos naturales. Ya seas vip o anónimo, es casi imposible que no hayas caído en la trampa. Lo que pocos pensaron que sucedería es que, dándole a un simple botón, seríamos capaces de convertirnos en nuestro personaje favorito de ficción. Y lo más importante de todo: que esta fusión tecnológica colaría. Prueba de ello, el experimento llevado a cabo por Pilar Rubio, que nos ha demostrado cómo sería si le diese por someterse a una transformación radical sin necesidad de cortarse las puntas.
En su último post, vemos a la presentadora con una imagen que a muchos de sus seguidores (que ya son seis millones) les ha recordado a Lara Croft. Estética bélica, casi de ciencia ficción, sin su icónica melena, en un estilo que, más allá del efecto wet, a algunos les recuerda al peinado actual de Sara Carbonero y que ha logrado convertir en tendencia. La segunda opción ya sería el summum del riesgo, sobre todo para alguien como ella, que lleva décadas con el mismo rollo capilar: un personaje de villana de cómic, con flequillo asimétrico y en naranja fosforito.
"Oye, pues un cambio de look no me vendría mal". La propia Pilar Rubio ha sido la primera en entrar en el juego. Entre sus fans ha habido mucho debate. Que si una rockera como ella no podía desprenderse de un pelazo como el suyo, que si con esos ojos le sentaría bien hasta raparse... Pero el veredicto definitivo lo ha dado Sergio Ramos, su chico y padre de sus cuatro hijos, al que la colaboradora de televisión ha interpelado con un directo "¿qué opinas, mi amor?". Su respuesta ha sido bastante clara: "Todo te queda bien, pero avísame si vienes con las armas a casa. Te quiero, mi vida. Cambia por fuera, pero no cambies por dentro".
"Otoño, la estación más complicada del año. Decimos adiós a las vacaciones y a los viajes, llega el frío y empieza la rutina, la vuelta al cole y al trabajo (y el estrés que todo eso conlleva)". Así 'celebraba' la que fue conductora de 'Operación Triunfo' en Telecinco la vuelta a la rutina hace unas semanas. Una situación vital a la que todos nos estamos amoldando y a la que ella debe sumar un problema estético con el que se han sentido identificadas muchas de sus seguidoras: "Todos los otoños me enfrento a lo mismo, a la caída estacional del pelo". Y en eso tiene mucho que ver el estrés que implica la incorporación de un nuevo miembro a la familia, Máximo Adriano, que está enorme tres meses después de su nacimiento: