Los ojos son una de las zonas más importantes de nuestro rostro. Por eso, es normal que cuidemos mucho en llevar siempre un maquillaje perfecto y, sobre todo, que nos aporte cierta profundidad e iluminación a la cara. Muchas personas llegan a obsesionarse y piensan que, aplicando una buena capa de rímel, van a tener el acabado deseado. Y, normalmente, esto no suele ser así. Habrá que tener especial cuidado con los productos que utilizamos para nuestros ojos, ya que el resultado final, en algunas ocasiones, puede ser demasiado cargado. Por eso, habrá que evitar cometer estos errores que son tan típicos y apostar más por la naturalidad.
Así, puede ser que en un primer momento te cueste saber qué productos necesitarás para maquillar tus ojos en el día a día, aunque hay uno que no puede faltar: el rizador de pestañas. Como ya hemos comentado, las pestañas serán importantísimas para el acabado final, ya que será aquello que proporcionará cierta profundidad a la mirada. Eso sí, utilizarlo puede que llegue a tornarse complicado. En Divinity, te damos varios trucos de cómo utilizar tu rizador de pestañas de forma eficiente.
En muchas ocasiones puede ser que el rizador de pestañas te parezca un instrumento raro y difícil de manejar, pero lo cierto es que, una vez que aprendes a usarlo, será muy fácil de comprender cómo se utiliza. Eso sí, es posible que en las primeras ocasiones tengas miedo de que pueda afectar a tus pestañas, que las deteriore, o incluso que las haga desaparecer. Pero, una vez que has entendido cómo funciona, podrás utilizar sin ningún problema y sin dañar tus pestañas. Además, se convertirá en tu mejor aliado.
Muchas máscaras de pestañas prometen dejar unas pestañas infinitas, pero lo cierto es que la mayoría de ellos lo único que consiguen es que se vea una acumulación de producto en la zona. Por eso, el rizador de pestañas será el instrumento que realmente realzará tus pestañas y dará un resultado de lo más sorprendente. El rizador comenzó a utilizarse en la década de los 80 por aquellas mujeres que querían potenciar su mirada. A partir de ese momento, se convirtió en todo un ‘must’ en el momento del maquillaje. Aunque eso sí, hay que saber cómo utilizarlo.
Será muy importante que utilices el rizador justo antes del rímel. Un error muy clásico, sobre todo en aquellas personas que se están iniciando en este mundillo, es aplicar el rizador justo después de la máscara de pestañas. Y no tiene que ser así. Las pestañas deben estar limpias a la hora de utilizar un rizador, ya que así evitaremos dañarlas. Si utilizamos el rizador después del rímel, las pestañas se quedarán pegadas y se romperán. Además, obtendremos un acabado de lo más sucio, con pegotes de rímel.
Otra parte muy importante será la colocación, ya que habrá que colocar las pestañas sobre la almohadilla, con mucho cuidado de guardar una distancia de seguridad con la piel para, así, evitar pellizcos. Además, habrá que presionar durante unos segundos para conseguir dar forma a las pestañas. Cuando dejes de presionar tendrás que abrir el rizador para obtener el resultado deseado. También, será muy importante rizar en dos puntos para obtener una curvatura mucho más abierta. Para ello, habrá que aplicar presión en la base de las pestañas para, luego, rizar la zona cercana a las uñas. Esta técnica hará que consigas un resultado más natural.
Otra buena idea será calentar un poco el rizador de pestañas gracias a un secador de pelo. Así, habrá que poner aire caliente sobre el cabezal del rizador hasta que compruebes que la goma ha tomado cierta temperatura. Ese será el momento más indicado para rizar tus pestañas, ya que el calor te proporcionará un efecto más duradero. Después del rizador, lo mejor será aplicar la máscara de pestañas, aunque habrá que hacerlo de una manera determinada. Para ello, habrá que realizar una primera aplicación del rímel por encima de las pestañas, girando el cepillo en sentido de la curvatura. Después, habrá que aplicar la máscara de pestañas, lentamente, desde la base y hacia arriba, en zigzag, para impregnar bien todo el pelo.
Respecto al uso del rizador podrás utilizarlo cuando vayas sin maquillaje, para endulzar y abrir tu mirada. También, antes de aplicarte el rímel. Además, también será muy importante comprobar en qué estado se encuentra la almohadilla, ya que será una de las partes más importantes del rizador, y que habrá que cuidar. Así, en el mercado podemos encontrarnos con rizadores térmicos y para pestañas externas.