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Admirado y celebrado tanto en Argentina como en España, Ricardo Darín no solo tiene una exitosa carrera, también ha conseguido tener una exitosa vida familiar junto a su gran amor, Florencia Bas, con quien ha compartido alegrías, penas y 35 años de su vida.
Ricardo ya era reconocido cuando Florencia entró en su vida en 1987. Él había pasado nueve años al lado de la actriz Susana Giménez, con quien se dijo que había terminado su noviazgo cuando Bas quedó prendada de él en la pizzería Banchero, sin llegar a reconocerle. Unas tímidas sonrisas sellaron un primer encuentro que daría paso a una relación duradera.
Florencia se encargó de planear junto a una amiga un segundo encuentro; durante varios días acudieron a un café cercano al teatro Lola Membrives donde él representaba con éxito el musical Sugar. Quiso la fortuna que en uno de esos días, Ricardo acudiera allí y de nuevo su mirada se cruzara con la de Bas, que por aquel entonces tenía 18 años. Él la invitó a bailar y el resto, es historia.
La pareja se casaba el 18 de abril de 1988, cuatro meses después de confirmarse su relación con unas fotografías en Mar de Plata. Nacía en enero de 1989 su primogénito, Ricardo Mario, al que todo el mundo conoce como Chino y que ha seguido los pasos de su padre, con gran éxito, en el mundo de la interpretación. Más adelante nacería Clara, la benjamina de la familia y que se dedica al mundo de la moda como diseñadora.
Su historia de amor no ha sido un camino de rosas, en 1999 la pareja decidía tomar distancia y se daban un tiempo. “Era preferible poner distancia a quedarse aferrado a algo que no funcionaba porque ahí sí el deterioro hubiese sido inevitable. Nosotros tomamos distancia en el momento justo. Tal es así que ni siquiera llegamos a discutir. Fue todo muy amoroso”, dijo el actor al diario Clarín.
Sin duda fue una gran decisión, porque dos años después se reencontraban y retomaban su relación. “Nos queremos mucho, nos divertimos mucho y compartimos casi todo. Esa es la clave de nuestros 30 años: respetar nuestras propias individualidades”, dijo tras la reconciliación para la revista Hola.
Ricardo y Florencia se casaron un lunes, rodeados de sus seres queridos, se dieron el sí, quiero en el registro de Chacarita. Un momento que no quiso perderse nadie, ni curiosos ni periodistas, que estuvieron muy pendientes de la pareja. Se armó un revuelo tan grande que el novio tuvo que pedir orden y silencio para poder casarse, y el juez, que los novios se levantaran, para estar seguro de a quién estaba casando.
“Pensaba que todo iba a ser muy fácil. Ir, poner una firma y ya está”, comentó Ricardo, según recogieron medios argentinos como Gente. “Fue más difícil, de película”.
La pareja organizó una fiesta con más de 200 invitados (entre los que también estuvo Susana Giménez) en Delta Queen, un barco de estilo Misisipi. La novia se cambió de ropa, se quitó su look en color blanco, que destacaba por su chaqueta estilo Chanel, y se puso un vestido negro con un fajín en la cintura rematado en un gran lazo en la parte posterior. Su viaje de novios fue en la Polinesia.