El matrimonio que durante años formaron Martías Prats y Carmen Chacón tuvieron dos hijos, Matías y Marta, y aunque la pareja se separaba tras casi treinta años juntos, han sabido mantener la cordialidad por su bien y por el de todos los eventos familiares, que han podido celebrar unidos sin que nada empañe la felicidad de lo que sucede a su alrededor.
Así sucedió en la boda de Marta, la más discreta de los dos hermanos, ya que ella ha escogido un camino alejado de las cámaras, no como su hermano, quien optó por seguir los pasos de su padre en el mundo de la comunicación. Marta estudió Psicopedagogía y Magisterio en la Universidad Complutense de Madrid, y trabaja para una conocida consultora en el área de Recursos Humanos.
Siempre se ha mantenido al margen de las cámaras y pocas han sido las ocasiones en las que se ha dejado ver, a pesar de la gran fama de su padre. De hecho, algunas de las pocas veces que ha acudido a algún evento ha sido para apoyar a su familia, como cuando acompaño a su hermano a recoger el premio que la Unión por Leganés (ULEG) otorgaba a su padre en el marco de los Premios al Independiente del Año.
La boda de Marta fue un día lleno de emociones y bonitos momentos familiares. Los novios lo disfrutaron al máximo, pero también lo hizo el presentador y periodista, que ejerció como orgulloso padrino, algo que no pudo (ni quiso) ocultar en ningún momento, ni ante todos los presentes ni durante el camino hacia el altar, en el que acompañó a su hija. (Dale al play al vídeo que encabeza esta noticia y descubre todos los detalles del enlace).
Marta y Alberto Salas se casaron en Aravaca (Madrid) en septiembre de 2021, una emotiva ceremonia que tuvo lugar en la capilla de Nuestra Señora de Begoña y que después continuaron con un impresionante banquete en la finca La Gaivota, una construcción inspirada en un pazo tradicional de Galicia y que cuenta con casi 10.000 metros cuadrados de superficie. La novia escogió un bonito vestido blanco, con mangas abullonadas y aberturas en los laterales del cuerpo, el cabello semirecogido con amplias ondas y, para la fiesta, lo completó con una corona de flores silvestres; él llevó un tradicional chaqué.
Los detalles de la celebración quedaron para los novios, pero no faltó el baile nupcial, que algunos de los invitados compartieron en redes, y también contaron con un menú a la altura, elaborado por el catering de Isabel Maestre. Tal y como desveló la propia Maestre, el primer plato incluía sopa de tomate, carabineros y lascas de parmesano y el segundo era un original solomillo Wellington deconstruido.
El postre, la estrella de estas celebraciones, era una pastela de crema y almendras tostadas, terminando con una esfera de chocolate con maracuyá y frutos rojos.
Una celebración llena de momentos mágicos que la pareja atesorará siempre y que quedará en el recuerdo de todos los invitados con quienes quisieron compartirlo, entre los que no faltaron familiares y tampoco amigos y que fue para ellos un momento íntimo, alejado de los focos que suelen rodear a su familia en los momentos importantes.