Irene Villa pasó por el altar con Juan Pablo Lauro en 2011. Fruto de su matrimonio llegaron al mundo sus tres hijos, Carlos, Gael y Eric, sin embargo, siete años después ponían fin a su relación. A día de hoy y desde hace más de tres años, la periodista comparte su vida con David Serrato, con quien anunciaba en mayo de 2023 una boda de la que ahora, cuando solo quedan unos meses para su celebración, ha querido ofrecer más detalles.
El 21 de septiembre, Irene y David se darán el ‘sí, quiero’ en un monasterio de Santa María de la Vid, en Burgos, razón por la que están dando las últimas pinceladas del que, sin duda, será uno de los días más especiales de sus vidas. Sin embargo, fue el pasado mes de noviembre cuando Villa ya se puso en manos de Silvia Fernández, encargada de dar forma a su vestido de novia del que ahora ha desvelado más detalles: “Es un vestido con el que me siento súper a gusto y creo que va a sorprender, en cierta forma, porque no es el típico vestido de novia. Entonces creo que va a sorprender un montón”, ha comenzado explicando a Europa Press.
Aunque ha afirmado que va a mantener el color blanco clásico nupcial, la diseñadora ha sabido entender a la perfección lo que podía gustarle y encajarle para “sentirse ella misma”: “Vio mi cuerpo, mis medidas, y ella es la que ha decidido el diseño. De hecho, yo vi el dibujo, y cuando vi el diseño, el papel, me enamoré porque era lo que yo siempre había querido”, ha asegurado.
También del traje ha reconocido que le queda “impresionante” y que, siguiendo la tendencia y bienestar, será “desmontable”: “Va a ser una novia muy disfrutona. Ella después se quedará muy cómoda porque quiere disfrutar el momento que va a vivir y bailar”, ha explicado Silvia sobre la periodista. Unas palabras que esta última ha querido recalcar: “Si yo soy desmontable, mi vestido también. Voy a estar feliz y va a ser muy bonito”, ha añadido.
En sus declaraciones al mismo medio, ha confirmado que el 4 de octubre volverán a convocar, esta vez a todos sus amigos, a una nueva celebración, que tendrá lugar “cerca de su barrio”, en el Mirador de Cuatro Vientos, “un sitio que tiene mucho valor para ellos”: “Hay mucha gente que no va a poder venir en septiembre porque esa es muy reducida. Haremos otra cosa bonita, hablará gente conocida, ahí convocaremos yo creo a todos”, ha dicho.
Para el segundo día, ha afirmado que llevará un vestido que también “va a sorprender un montón” y que, a diferencia del anterior, va a ser “más divertido y de fiesta”.
Posteriormente, los recién casados disfrutarán de su luna de miel que finalmente, aunque en un primer momento su deseo era el de viajar hasta Japón, les llevará hasta México. La razón es que Irene debe acudir a un evento y después, aprovecharán para dar el salto a Cancún, donde ya han estado pero “les encanta”. Su viaje lo completarán con una visita al Machu Picchu, que pondrá el broche de oro a los primeros días de amor del ya matrimonio.