A día de hoy nos cuesta imaginarnos al uno sin el otro, pero lo cierto es que cuando Justin Bieber y Hailey Baldwin anunciaron compromiso en julio del 2018, aún nos costaba ver a la pareja sólida y enamorada a la que ya estamos acostumbrados. Ellos son un equipo en todos los sentidos y una de nuestras parejas vips preferidas, para qué negarlo. Así que no nos resistimos a recordar cómo fue su doble boda, una en la ciudad de Nueva York y otra en Carolina del Sur.
Parte de la sorpresa general cuando la pareja anunció el compromiso era que para muchos fans Justin Bieber y Selena Gomez, su anterior pareja, estaban algo así como predestinados a estar juntos. Y aunque lo de Bieber con Hailey parecía que empezaba a ir en serio, nadie esperaba que se casaran tan jóvenes (él tenía 24 años y ella 22).
Sin embargo, las fuertes convicciones religiosas de ambos, les llevaron a pensar rápidamente en el matrimonio en el momento en el que supieron que querían estar juntos. Tras su boda, Justin compartió en redes sociales un mensaje para todos sus seguidores que decía: “Prometo liderar a nuestra familia con honor e integridad permitiendo que Jesús, a través del Espíritu Santo, nos guíe en todo lo que hacemos y en cada decisión que tomemos”.
En noviembre de 2018 tuvo lugar la primera boda, que tuvo lugar en el registro civil de Nueva York bajo el más absoluto secreto. Eso sí, aún les quedaba una gran celebración pendiente que tuvo lugar casi un año después.
La ceremonia religiosa tuvo lugar el 30 de septiembre de 2019 en un exclusivo complejo en Carolina del Sur: el Montage Palmetto Bluff, en Bluffton. Esta vez si hubo numerosos invitados (más de 150) y la celebración fue por todo lo alto. Previamente, los novios organizaron una cena a la que solo asistieron los familiares y amigos más cercanos. Para esta ocasión Hailey eligió un vestido corto blanco firmado por Vivienne Westwood Couture y unos unos zapatos de Jimmy Choo. Justin vistió un polo blanco, pantalones negros y unos zapatos de estilo naútico.
La novia encargó su vestido a Virgil Abloh, director creativo de Louis Vuitton y fundador de Off-White. Era la primera vez que Abloh confeccionaba un diseño nupcial y el resultado fue todo un éxito. Se trataba de un vestido de corte sirena, con cuerpo corsé y semi transparencias que combinaba con flores bordadas con perlas. El escote delantero era tipo bardot, mientras que el de la espalda era en pico.
Pero el gran detalle de vestido era el impresionante velo que tenía bordada al final la frase Till death do us part. Hailey acertó por completo peinándose con un discreto moño bajo que le dejaba al velo todo el protagonismo y eligiendo un maquillaje natural de lo más favorecedor.