Celebrar una boda puede ser uno de los momentos más estresantes en la vida de una pareja. Querer que todo esté perfecto en el gran día puede suponer todo un desafío, y si no se quiere terminar de los nervios, hay que aprender a disfrutar del proceso. A la hora de plantear todo el enlace, el presupuesto es una de las cuestiones que más quebraderos de cabeza da, pues en muchos servicios, ya se sabe que cuando está la palabra ‘boda’ por delante, parece que los costes suben exponencialmente.
Por eso antes de comenzar con los preparativos, es fundamental establecer un presupuesto claro y realista. Decidir de cuánto dinero se dispone y asignar de forma detallada las cantidades para aspecto de la boda, como el lugar, la comida, la decoración, el vestido… Ante esta situación surge la eterna pregunta: ¿cómo ahorrar costes? Nadie mejor que una ‘wedding planner’ para sacarnos de dudas, Cybelle Maalouf, fundadora de ‘Kiveli Weddings’ con más de once años de experiencia en el sector. “Con una planificación cuidadosa y decisiones inteligentes, es posible tener la boda de tus sueños sin gastar una fortuna”, explica y comparte con nosotras algunos consejos prácticos para ahorrar dinero y presupuestar eficazmente al planificar tu boda.
Puede sonar contradictorio, pero contar con un planificador de bodas puede ayudarte a ahorrar dinero. Una de las funciones más importantes de los planificadores de bodas es asegurarnos de que te mantengas dentro del presupuesto. Además, gracias a nuestros contactos en la industria y su experiencia, podemos conseguir las mejores ofertas y ahorros. Eso sí, a la hora de establecer el presupuesto asegúrate de dejar un pequeño margen para imprevistos ante lo que pueda pasar.
Sin duda una de las maneras más efectivas de reducir costos. Cada invitado adicional incrementa el costo de la comida, las bebidas, las sillas, las mesas, los regalos y otros aspectos de la boda. Considera invitar solo a familiares y amigos cercanos, personas con las que te sentirás feliz al ver tus fotos con ellos dentro de diez años.
Las bodas en temporada alta (primavera y verano) suelen ser más caras debido a la alta demanda. Considera casarte en temporada baja (otoño o invierno) o en un día entre semana como por ejemplo el viernes. Además, los meses de mayo, junio, septiembre y octubre pueden ofrecer climas agradables y precios más accesibles.
Optar por un lugar que pueda albergar tanto la ceremonia como la recepción puede ahorrarte dinero en transporte y decoración adicional. Además, también facilita la logística para tus invitados.
Selecciona un lugar que ya sea hermoso por sí mismo y no requiera mucha decoración adicional. Un jardín, una playa o una finca histórica pueden ser opciones excelentes con un presupuesto relativamente bajo.
No solo son más frescas y bonitas, sino que también son más económicas.
Pueden ser una alternativa económica y ecológica a las invitaciones impresas. Si prefieres las invitaciones físicas, elige diseños sencillos y evita adornos costosos como relieve o papel de lujo.
Haz que el mapa de asientos también funcione como los recuerdos para los invitados. De esta manera, ahorras en materiales y reduces la cantidad de elementos que necesitas preparar.
El cava es una alternativa más económica al champán, y puede ser igual de delicioso, además de puede ayudar a reducir sig;)
nificativamente el coste de las bebidas.
Te permite tener más tiempo para buscar las mejores ofertas y ahorrar dinero. Además, te da la oportunidad de pagar por adelantado y evitar endeudarte.
Las bodas en islas tienden a ser más costosas debido al transporte, producción limitada de bienes y la logística. Optar por destinos en la península es una alternativa claramente más económica.
Y lo más importante. Cybelle termina con un buen consejo. “Nunca pierdas tu esencia o cuando llegue el gran día no lo disfrutarás tanto. Y además te gustará estar orgullosa de lo que creaste cuando veas las fotos de tu boda diez años después”.