La cuenta atrás ha comenzado para Patricia Montero y Álex Adróver. Cinco años después de anunciar su compromiso y después de 16 años de relación, contraerán matrimonio este 2024 por lo que en los últimos meses están muy centrados en todos los preparativos para que ese día todo sea perfecto.
Los actores están ultimando todos los detalles de una boda 'atípica' y que durará varios días. Y como grandes amantes de la cocina y de la buena mesa, el menú que se servirá en su enlace es una de las cosas en las que más mimo han puesto. La pareja ha confiado para la organización y el catering en Quique Roca Mora y el Grupo Pico Fino, que han sido los encargados de prepararles una degustación en la que la pareja y unos amigos han probado más de 30 platos de los que tan solo han tenido que seleccionar 8, que serán los que finalmente compongan el menú que podrán degustar todos los invitados al enlace.
Y en sintonía con lo que será su boda, la pareja quería un menú diferente, en el que prime la calidad, el amor en cada plato y la originalidad. Por supuesto, también querían comida que los llevara a sus raíces y sabores que les hicieran viajar y que contara su historia. "La comida ha sido siempre algo muy especial para nosotros. La hemos utilizado como excusa, para dedicarnos tiempo, compartir secretos, mirarnos a los ojos, reír y, tomar las decisiones más importantes", ha comenzado diciendo la pareja, que ha querido compartir con todos sus seguidores esta cata de más de tres horas en la que han tenido que poner todos sus sentidos para poder puntuar cada plato y dar así con la mejor elección para el día de su boda.
Durante más de tres horas la pareja ha disfrutado de un delicioso menú degustación compuesto por más de 30 platos. La pareja y sus amigos han atendido a cada una de las explicaciones del equipo que lo ha elaborado y luego se ha dejado llevar por sus sentidos en cada bocado. Y la elección no ha sido fácil. Los cuatro comensales han disfrutado de una gran variedad de platos en los que encontramos influencias asiáticas, mexicanas y mediterráneas.
La oferta que los organizadores de la boda han puesto sobre la mesa ha sido de lo más variada. Crepe de gambas y puerro, crujiente de gambas al ajillo, milhoja de foie y naranja amarga, corteza bacalao con ajo blanco de coco, bloody mary con berberechos, ceviche de lubina sobre una lima con perlas de salmón, focaccia al romero de ricotta y tomate, pan de cristal, anchoas y mantequilla, tortita de steak tartar con pepinillos, wantón crujiente de atún rojo, smash burguer, cono tartar de salmón estilo japonés, mini taco al pastor con guacamole y chipotle, bikini trufado de pastrami y provolone, sam coreano de papada a baja temperatura, lobster roll o patata brava pico fino han sido algunos de los platos que han podido probar. La elección no ha sido sencilla, pero después de tres horas, Patricia Montero y Álex Adróver ya tiene todos los platos que formarán su menú de boda. Una boda en la que según han contado sus hijas tendrán un papel muy importante.
La comida ha sido uno de los grandes puntos de unión de la pareja, que se conoció en 2008 en el rodaje de 'Yo soy Bea'. "Al empezar a conocernos entre guiones y confesiones, no había mejor acompañamiento que unas fresas y un cava. Luego, organizábamos nuestros viajes por y para la comida, siempre en coche para no perdernos nada por el camino", ha explicado la pareja, que ha contado que también en la intimidad de su hogar tienen recuerdos inolvidables en los fogones. "En casa siempre cocinando juntos, era nuestro momento, en una cocina que apenas cabíamos los dos, pero ahí estábamos siempre con algo en el fuego".
Y ahora, después de 16 años de amor y dos hijas en común, Lis y Layla, ha llegado el momento disfrutar con los suyos en una fiesta y con un menú que les representa y es fiel reflejo de su historia de amor. Un menú muy especial cuya cata ha sido una "experiencia brutal y un viaje". Así lo ha explicado la pareja en su redes sociales con este divertido vídeo. "Y ahora viene el mejor momento, el de celebrar y compartir con parte de la gente que más queremos, que seguimos amándonos y respetándonos 16 años después de esas primeras fresas con cava. Queremos que la comida siga contando nuestra historia, y así lo hemos conseguido. Felices y con muchas ganas".