Una de las bodas más esperadas de la presente temporada nupcial, en lo que al panorama vip se refiere, es la que unirá a Jordi Cruz y Rebecca Lima tras seis años de relación. Un tiempo en el que el chef catalán y la diseñadora brasileña han mantenido un perfil mediático más bien discreto, aunque en los últimos tiempos han dado importantes pasos adelante en relación a la exposición de su vida como pareja. Será el 24 de agosto, en el gerundense Convent de Blanes, ante unas ciento ochenta personas, y apenas unos días después de celebrar el bautizo y el primer aniversario de Noah, su primer hijo. Lima ha hablado recientemente de una divertida posibilidad respecto de su inminente enlace: ¿se le podría olvidar la fecha a Cruz?
Los dos llevan un tiempo inmersos en los preparativos del gran día. En su primera entrevista conjunta, concedida a la revista ¡Hola!, en la que hablaban de distintas cuestiones, explicaban que esperan disfrutar mucho de la jornada, en la que el niño tendrá un papel especial. Rebecca reconocía que, a diferencia de Jordi, está muy nerviosa conforme pasan los días, ya que quiere que todo salga bien. Todo marchaba a buen paso, con apenas algunos flecos por pulir, como las sorpresas a los invitados. Y una de las preguntas planteadas desde la citada publicación a la brasileña era si teme que a su futuro marido se le pueda olvidar la fecha.
Y lo cierto es que esta no es una pregunta baladí. El ritmo de trabajo de ambos es elevado, pero Jordi tiene una agenda especialmente apretada en el medio plazo: además de las continuas grabaciones de 'Masterchef', donde lleva años siendo juez culinario, se suma la gestión de sus tres restaurantes. Es por ello por lo que, de hecho, han decidido posponer el viaje de novios una temporada: será en noviembre cuando se tomen un par de semanas para hacer una luna de miel por Japón.
Este ritmo vertiginoso provocaba que desde la revista se le plantease una posibilidad: ¿le da miedo a Lima que Cruz se pueda olvidar la boda y no llegase a aparecer por encontrarse trabajando? La de Brasilia respondía con humor y sinceridad, reconociendo que tiene muy aceptado en su vida eso de "recordar todo a Jordi muchas veces".
Su novia, de treinta y un años, admitía que la cantidad de cosas y compromisos que tiene el juez televisivo provoca que se le olviden cosas a veces, y ella ya no sufre por ello. "Sé cómo funcionan las cosas", confesaba, explicando que su novio ya tiene apuntado en su agenda que el 24 de agosto ha de casarse con ella.
En la mencionada entrevista, ambos se pronunciaban también sobre la posibilidad o no de seguir ampliando la familia una vez casados, y darle algún hermanito o hermanita a Noah.
Lo cierto es que los dos coinciden en su deseo de tener más hijos, aunque difieren en el número. Para Cruz, lo ideal sería tener "la parejita", mientras que Rebecca tiene claro que quiere, al menos, tres descendientes.