Tras más de dos años de relación, Irene Villa y David Serrato decidieron que lo mejor para sus vidas era pasarlas unidos y por eso casarse sonaba estupendamente para ellos. Esta es la segunda vez que Irene pasa por el altar, pues anteriormente estuvo casada con Juan Pablo Lauro, padre de sus tres hijos.
No siempre es sencillo conseguir que las cosas vayan bien entre todos, en ocasiones los hijos no se llevan bien con la nueva pareja, pero este no parece ser el caso, de hecho Carlos, Gael y Eric, parecen llevarse a las mil maravillas con David (también con Nuria Fergó, la actual pareja de su padre).
“Los tres están emocionados porque adoran a David”, explicó Irene durante una entrevista para El Español sobre lo que opinan sus hijos de su boda. “Muy lentamente se los ha ido ganando con su pasión por el deporte, por los niños y por los trucos de magia y los juegos, que les deja a los tres embelesados”.
David no solo ha conquistado a los niños de la casa, evidentemente también ha cumplido todas las expectativas y deseos que Irene tenía, los requisitos que esperaba en alguien para poder compartir la vida a su lado. Ella sabía exactamente qué quería en su vida, lo que pedía en un hombre y parece que David ha cumplido con todas sus exigencias. “David y yo estábamos predestinados”, explicó en la revista Hola al anunciar su enlace. “Al final, lo que pides llega a tu vida. Yo lo pedí, lo deseé y lo tengo”.
Tres años y medio después de confirmarse su separación de Juan Pablo, Irene recuperaba la ilusión al lado de David Serrato, conocido gracias a su trabajo como coach. Además, siempre ha estado muy ligado al mundo del deporte, por sus propias aficiones, pero también a causa de su padre, la leyenda del voleibol José Miguel Serrato. David, licenciado en Educación Física por la Universidad de León, trabajó durante un tiempo como profesor.
En el momento de conocerse la relación, Serrato compaginaba su labor como subdirector del Centro de Alto Rendimiento (CAEP) en Soria, con su actividad como coach, organizando retiros y formaciones, entre otras labores, tanto para empresas, como para numerosos rostros conocidos. De hecho, por sus manos han pasado nombres tan famosos como los de Christian Gálvez, José Mota, Manu Tenorio o Carlota Corredera.
David llegó a la vida de Irene para revolucionarlo todo, de él hablaba con ilusión al confirmar que entre ellos existía una relación. “Es un tío sencillo, como dicen mis amigos, es un tío normal. Fue un flechazo, sí”, confirmaba para las cámaras de Europa Press. Un hombre con el que Irene comparte filosofía de vida (él se curó de un cáncer y ahora da charlas de superación), que admira el optimismo de su pareja, a quien agradece que le haya dado una familia y que ha sabido adaptarse a la vida de Irene, Ha hecho notables cambios para que todos puedan ser felices juntos, era la propia Irene quien confirmaba que el coach ha adaptado el triplex donde vive para que sea accesible para ella y puedan vivir juntos.