Estaban predestinados a conocerse, o por lo menos eso es lo que defiende Irene Villa sobre su relación con David Serrato, con quien se casa el 21 de septiembre en el monasterio de Santa María de la Vid, cerca de Burgo de Osma. La pareja quiere reunir a sus seres queridos en una bonita ceremonia, un enlace que no cambiará demasiado sus vidas, pero que les sirve para celebrar su amor.
Una historia de amor que comenzó en 2021, todo un flechazo tras el que comenzaron a compartir sus vidas.
“David y yo estábamos predestinados. Al final, lo que pides llega a tu vida. Yo lo pedí, lo deseé y lo tengo”, explicaba la periodista en una entrevista para Hola, donde confesaba que, tras su separación, había conocido gente, pero nadie terminaba de convencerle, así que decidió centrarse y esperar a que llegara alguien que cumpliera con todos sus requisitos y expectativas, que no eran pocas. “Hice una lista con las cualidades que deseaba en ese compañero de vida que estaba por venir: maduro, sensible, sensato, que amase el deporte, el esquí…”.
Ella lo visualizó y así llegó David a su vida. Se conocieron el 24 de septiembre de 2021, en un evento en el que David participaba como 'coach' de vida, “él superó un cáncer y ahora da charlas de una superación de la enfermedad, con vitalidad y mente positiva. También ayuda a gestionar las emociones”. Ella sintió la conexión desde el primer momento y parece que él también porque desde entonces están juntos.
Comparten sentido del humor, aficiones y gustos, parecen estar hechos el uno para el otro, pues ambos están llenos de vitalidad y optimismo. También parecen tener claro lo importante que es para ambos la familia. Irene es madre de tres hijos, fruto de su anterior matrimonio, y esto ha sido definitivo para David, que siente que a su lado ha conseguido la familia de sus sueños.
La pareja ha vivido su amor a distancia, David vive en un pueblo de Soria, y todo hacía pensar que seguiría siendo así después del enlace, pero lo cierto es que en algunas de sus últimas declaraciones, Irene ya no parece tenerlo tan claro porque asegura sentirse muy a gusto en este lugar. Sobre todo después de que David adaptara el triplex en el que vive para hacerlo accesible a su pareja y que no tuviera problemas moviéndose por la casa.
La decisión de casarse fue una sorpresa para Irene, quien recibía fascinada la petición de su pareja durante la gala Ibiza Inclusión Fashion Day. En el mismo backstage y tras ponerse de rodillas, le hizo la pregunta y ella, después de responder afirmativamente y visiblemente emocionada, explicó lo sucedido a todos los presentes al salir de nuevo al escenario, presumiendo de anillo.
Tras el enlace, que han planeado con mucho cariño, comienza para ellos una nueva etapa, que no será muy diferente a la ya están viviendo, pero que han querido celebrar con los más íntimos.